“La China” Suárez utilizó sus historias de Instagram para mostrarles a sus seguidores algunas de las conversaciones que ha mantenido por WhatsApp en los últimos días. En sus posteos, la celebridad sorprendió a todos, ya que siempre se caracterizó por ser bastante reservada con su vida privada.
En uno de los chats que compartió, se pudo ver una charla con una amiga, en la que hablaban sobre la vuelta al gimnasio de la actriz, después de tiempo de no hacer actividad física. “Bueno. Parece que tengo que dejar de hacerme la boluda y volver a mover el culo, que está muy cerca del nivel del piso”, escribió la protagonista de Argentina, Tierra de Amor y Venganza.
Otra de las conversaciones privadas que la ex novia de Benjamín Vicuña publicó en su Instagram fue con Lali Espósito, a quien su hija Magnolia le mandó un divertido audio, a modo de reclamo por no haberle mandado saludos en televisión. “Te vi en la tele con ropa deportiva. ¿Y por qué, Lali, no me saludaste en la tele?”, expresó la niña.
El enojo de “La China” Suárez con los medios por el Wandagate
A través de una carta que escribió en su cuenta de Instagram, “La China” Suárez hizo alusión al lugar en que la dejaron los medios tras la historia que Wanda Nara publicó sobre su affaire con Icardi. “Lo que está sucediendo hoy tiene detrás una historia mucho más grande y profunda, de la que seguramente muchas mujeres van a sentirse identificadas. Me ha tocado relacionarme con hombres a los que les he creído siempre sus palabras: que estaban separados o separándose y que no había conflictos”, lanzó la actriz.
“Una repetición que deja a la luz mi inexperiencia y sobre todo profunda credibilidad que le di a estos hombres que luego guardaron silencio dejando que me comieran los lobos. Parece que es más creíble para esta sociedad, sabiendo cómo se manejan ellos siempre, que yo sea la mala, la que engaña y no la engañada”, siguió y agregó: “El costo de sostener la imagen de una familia feliz lo pago yo, no el hombre que fue irracional o tuvo un desliz. En ese precio todos quedan bien parados. Repito mi silencio constante para preservar mis vínculos familiares que han sido siempre mi prioridad, me jugó en contra. Pero hoy no quiero callar más, porque se que somos muchas mujeres a las que esto nos ha sucedido y a la que la mirada externa juzga”.