Juana Viale es la nieta de Mirtha Legrand y actual conductora de los almuerzos y cenas de Canal 13. La actriz está al frente del ciclo de la diva, quien continúa recluida en su domicilio desde que comenzó el período de aislamiento en la República Argentina. Y de forma sorprendente, fue ella misma quien reveló un secreto de su abuela, que al ser revelado sorprendió a todos en la mesa.
Todo se originó a raíz de un comentario de Estelita, el personaje con el que Jey Mammon acudió a la mesa del canal perteneciente al Grupo Clarín. Esto provocó la sorpresa de 'Juanita', quien pasó a relatar lo siguiente: "Mi abuela no los puede nombrar". El comediante quedó anonadado: no sabía si Viale hablaba en serio o si estaba haciendo una broma.
Ante esta situación, 'Jey' retrucó: "¿La palabra pie?". Efectivamente, Viale develó que a su abuela le genera ansiedad y temor el sólo nombrar esa palabra y una más que detalló a continuación: "Eso y las gallinas, o las palomas. Porque es como un TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo)". En tanto, Mirtha no volverá a su ciclo hasta que estén dadas las condiciones sanitarias. Debido a su edad, es una persona que pertenece al grupo de riesgo y los cuidados deben ser extremos para evitar contagiarse de coronavirus.
Qué es el TOC, Transtorno Obsesivo Compulsivo
Si bien el desglose de la sigla lo indica, el TOC es un transtorno mental que se caracteriza por contar con un patrón de pensamientos y miedos irracionales. Los mismos pueden decantar en obsesiones que le dan lugar a comportamientos repetitivos o compulsiones. Estos episodios pueden afectar a la actividad diaria y generan mucha angustia.
Si una persona intenta ignorar o detener sus obsesiones, lo único que logrará es agigantar la angustia y la ansiedad. Cuanto más nos esforzamos por ignorar o eliminar pensamientos invasivos y rumeantes, más volverán. Y allí es cuando se ingresa en el círculo vicioso del TOC.
Uno de los ejemplos más comunes para explicar el TOC es el siguiente: muchas personas tienen miedo a contaminarse con gérmenes. En su afán de eliminar este temor, ellas pueden lavarse las manos repetitiva y compulsivamente hasta dañar su piel. Si bien muchos pacientes con TOC tienen vergüenza de asumir su situación, esto no es alarmante. El afrontar este transtorno y aceptarlo es el primer paso para poder convivir junto a él.