Juliana "Furia" Scaglione sorprendió a todos los fanáticos de Gran Hermano 2023 (Telefe) al contar detalles sobre cómo logró manejar su enfermedad. En medio de su estadía en la casa más famosa del país, la instructora de fitness fue diagnosticada de leucemia. Esto fue un gran shock no solo para ella misma y sus compañeros, sino también para los millones de televidentes que día a día seguían el programa. Ahora que el ciclo ya llegó a su fin, la ex "hermanita" reveló cómo logró gestionar la enfermedad.
A pesar de que Juliana tiene un tipo de leucemia conocida como "leucemia nivel uno" y los médicos le dijeron que se encuentra fuera de peligro, ya que la enfermedad no avanza lo suficiente como para requerir un tratamiento, lo cierto es que este duro diagnóstico significó un antes y un después en la vida de la exconcursante. Ahora que terminó el programa, contó cómo está.
Antes de ser diagnosticada, Juliana era deportista profesional y es por esto que contó en sus redes que esta enfermedad le impidió cumplir su sueño de ser atleta olímpica. Sin embargo, explicó que entrenar le redujo un 35% la probabilidad de tener cáncer. "Dado a mi leucemia, hoy ya mi sueño de ser olímpica se terminó. Eso significa que no puedo realizar ejercicio intenso o de alto impacto. O levantar los kilos que levantaba antes. Mis marcas eran números tan geniales, que me da tristeza no poder competir", comenzó diciendo.
Además sumó que se estuvo sometiendo a varios estudios médicos. "Los estudios han demostrado que el ejercicio físico reduce el riesgo de algunos tipos de cáncer hasta en un 35%. Eso significa que el deporte me sanó, y me va a sanar siempre. Por eso los invito a entrenar", concluyó la ex "hermanita".
Cuál es la diferencia entre la leucemia de "Furia" y la de Wanda Nara
Juliana tiene leucemia grado 1, que si bien no es un tipo específico de enfermedad, indica que está en su primera etapa. Esto significa que las células de la leucemia aún están en la médula ósea y no llegaron a expandirse por otros tejidos del cuerpo u órganos. Por esta razón, todavía no debe someterse a ningún tratamiento, aunque debe sacarse sangre todos los meses para controlarla y ver si avanza. Afortunadamente, el panorama para este tipo de pacientes es mucho más alentador.
Por otra parte, Wanda tiene leucemia mieloide crónica (LMC), un tipo de leucemia en la que se produce un crecimiento excesivo de células mieloides maduras. Generalmente, esta enfermedad progresa lentamente pero puede transformarse en una fase aguda. En el caso de Nara, se encuentra en tratamiento y bajo vigilancia constante de sus médicos, quienes también le dieron el visto bueno para llevar una vida normal y continuar con sus tareas del día a día.
Leucemia nivel 1: síntomas y tratamientos
Cuáles son los síntomas de la leucemia nivel 1
Los síntomas de la leucemia grado 1 pueden incluir fatiga, debilidad, pérdida de peso inexplicable, anemia, fiebre intermitente y sudores nocturnos. Sin embargo, estos síntomas son a menudo vagos y pueden confundirse con otras enfermedades. El diagnóstico preciso generalmente se logra a través de pruebas de sangre y médula ósea.
Cuáles son los tratamientos para la leucemia nivel 1
Los tratamientos para la leucemia grado 1 pueden variar según la progresión de la enfermedad y la salud general del paciente. Algunas opciones comunes incluyen:
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Vigilancia Activa: En casos de leucemia grado uno en etapas tempranas y de progresión lenta, los médicos pueden optar por observar y monitorear de cerca la enfermedad sin intervenir de inmediato.
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Quimioterapia: Este tratamiento utiliza medicamentos para eliminar las células cancerosas. En la leucemia grado uno, la quimioterapia puede ser menos intensiva que en la leucemia aguda.
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Terapia dirigida: Estos medicamentos atacan específicamente las células cancerosas, minimizando los efectos secundarios en las células sanas.
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Trasplante de médula ósea: En algunos casos, un trasplante de médula ósea puede ser una opción, especialmente si otros tratamientos no han tenido éxito.
Leucemia mieloide crónica: síntomas y tratamiento
Cuáles son los síntomas de la leucemia mieloide crónica
Los síntomas de la leucemia mieloide crónica pueden incluir fatiga y debilidad, anemia, infecciones recurrentes, sangrado fácil, dolor óseo o articular y dolor abdominal. Sin embargo, muchos pacientes con leucemia mieloide crónica pueden no experimentar síntomas en las etapas tempranas de la enfermedad. El diagnóstico se puede hacer a través de análisis de sangre y confirmarse mediante otros estudios más profundos, como punción de médula ósea.
Cuáles son los tratamientos para la leucemia mieloide crónica
Las opciones de tratamiento para la leucemia mieloide crónica incluyen:
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Inhibidores de la tirosina quinasa (ITK): Estos medicamentos son la terapia de primera línea para la LMC, la que ayudan a bloquear el crecimiento de las células leucémicas.
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Trasplante de células madre: En algunos casos, es necesario un trasplante de células madre para reemplazar las células sanguíneas anormales con células madre sanas.
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Quimioterapia: En otros casos, los profesionales recomiendan la quimioterapia, especialmente si el paciente no responde a los tratamientos mencionados anteriormente.
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Terapias dirigidas: En los últimos años, se comenzaron a desarrollar otras terapias dirigidas y terapias inmunológicas para tratar la LMC. A diferencia de la quimioterapia, que puede resultar demasiado abrasiva ya que destruyen todas las células del cuerpo, las terapias dirigidas son más selectivas y atacan específicamente a las células malignas.