El 2021 trajo malas noticias para Guillermo Coppola que todavía atravesaba el dolor por la muerte de su amigo Diego Armando Maradona: se contagió en la costa de COVID-19, pasó la enfermedad con levedad pero dos meses después de haberse recuperado terminó en terapia intensiva. "Me ducho con el tanque de oxígeno", confesó, en una reciente entrevista.
"El 13 de marzo me interno por recomendación de los profesionales, me hago una tomografía y los pulmones estaban cristalizados. Me llevan a terapia intensiva donde estuve dos meses después del virus. Estuve 12 días en terapia, muy grave, no podía caminar un metro sin oxígeno", reveló Guillermo en charla con C5N.
Y agregó: "Salí para el 25 de marzo y empecé el trabajo post Covid, post internación, con un profesional que se dedica a esto y me está devolviendo la respiración. El oxígeno lo usaba 24 horas y lentamente voy bajando y haciendo un trabajo físico y él profesional hace lo que sabe hacer y me está devolviendo la respiración. Me ducho con el tanque de oxigeno. Por ahí me pongo la bigotera y no prendo el tanque o sea que voy mejorando", expresó.
Resignado por su condición pero optimista por el presente que le toca transitar, Coppola reflexionó: "Cuando salí dije ´es lo que hay voy a tener que vivir con Chirolita (como llamo a mi equipito) toda la vida´. Al principio te golpe, pero hay cosas que hay que superarlas".
Cabe recodar que al empresario le habían diagnosticado coronavirus en los primeros días de enero. En su momento, explicó que decidió realizarse los análisis luego de presentar fiebre y tos seca. “Mi síntoma fue 37,8 un rato, lo que no tengo es ánimo, siento como si me hubiesen golpeado, un dolor de cintura y un poco de cabeza”, comentó en aquella oportunidad mientras se encontraba aislado y preocupado con el temor de haber contagiado a algún familiar.
El recuerdo a su amigo Guillermo Coppola
Meses atrás, Coppola recordó a Maradona a tres meses de su muerte con una frase desgarradora: “En ocho horas de agonía que tuvo Diego, como mínimo hubiese ido dos veces a taparlo”. El ex representante y amigo de Pelusa se mostró muy dolido por el triste desenlace de la vida del astro y sobre todo por los pocos cuidados que recibió el Diez en sus últimas horas de vida.
Por último, agregó: “No señalo si no estoy. No juzgo. A los profesionales no puedo decir si actuó bien o mal si no soy médico. Pero leo, veo y escucho, pero hay algo que sí sé: amigo, yo sé lo que hago como amigo. Por eso cuando te dicen ‘mi mejor amigo, se fue mi amigo, era mi amigo’, y después decís ‘el gordo se caga muriendo’... Dejame tener la duda de que no era el amigo, porque al amigo no se le suelta la mano, campeón”. “Me cansé de putearlo desde el velatorio hasta la última bendición porque habíamos quedado que él me iba a llevar primero al cementerio”, expresó en una entrevista con Súper Deportivo Radio, por Radio Villa Trinidad.