Luego de varias especulaciones por parte de los televidentes, Julieta Poggio se coronó en el tercer puesto en la final de Gran Hermano y protagonizó un emotivo momento. La bailarina y modelo abandonó la casa entre lágrimas, ovaciones y muchas emociones.
Con el 19,66% de los votos positivos a favor, la participante de 21 años de consagró en el tercer puesto de la competencia y se fue de la casa por primera vez en cinco meses. Sin embargo, lejos de sentirse abatida por la decisión del público, Poggio abandonó la competencia muy feliz y agradecida por todo los que había logrado en el programa.
"Gracias por todo, estoy muy feliz", dijo Julieta entre lágrimas y muy emocionada antes de despedirse de la casa de forma definitiva. Al ritmo de la canción que inventaron en la casa, Marcos y Nacho despidieron a la única mujer finalista y Julieta se fue eufórica y alegre por todo lo que se le venía.
Una vez que llegó al estudio, sus fanáticos la esperaron en las afueras del canal con carteles, ovaciones y emoción, reflejándole lo que será su vida en los próximos meses. Contenta, Julieta se conformó con el puesto obtenido y se reencontró con sus amigos y familiares.
El desgarrador llanto de Julieta a horas de la final de Gran Hermano: "Miren"
Julieta Poggio protagonizó un emotivo momento en la casa de Gran Hermano cuando les mostró a sus compañeros un mensaje que le dejaron algunos miembros de la producción de Telefe. La bailarina de 21 años volvió a mostrar su costado sensible en ante las cámaras.
Nacho Castañares y Marcos Ginocchio se encontraban en la habitación cuando comenzaron a oír los gritos de Julieta, quien se refería a un regalo que les habían dejado de la producción. "Miren lo que nos pusieron: en nombre del turno noche gracias. ¡Gracias a ustedes!", enunció la participante a quien se la linkeó románticamente con Marcos desde el principio de la competencia cuando llegó a la pieza de los varones.
Por su parte, Ginocchio y Castañares también les agradecieron a los miembros de la producción que les dejaron ese obsequio, pero no llegaron a emocionarse como lo hizo su compañera, quien sollozó durante minutos debido a los sentimientos surgidos por el mensaje de amor de los trabajadores del canal de las pelotas.