En el aire de Almorzando con Mirtha Legrand, cuyas emisiones desde el inicio de la pandemia son conducidas por Juana Viale, se vivió un momento realmente inesperado. Gladys "La Bomba" Tucumana se hizo presente en la mesa, siendo una de las flamantes invitadas al estudio de la productora Story Lab, y tomó la palabra para hablar del fatídico deceso de su hermana, víctima de coronavirus.
“Hace mucho que no me conecto con ustedes y un poco sentí que ahora podía ser el momento. Todavía no puedo. La gente que me sigue necesita un agradecimiento de mi parte. Les pedí que pidieran por mi hermana, sé que muchos lo hicieron. Era para agradecerles a todos. Sentí estar acá para agradecerles”, comenzó diciendo la cantante argentina, generando el silencio y el profundo respeto de Juana Viale.
Continuando con su relato, "La Bomba" Tucumana agregó: “Creo que todas las personas saben lo que me ha pasado en esta época tan tremenda que vivimos de pandemia. Me tocó perder a mi hermana, que todavía hasta el día de hoy no lo puedo creer. No es cierto, me niego completamente a esa realidad que me pasó a mí y que le pasó a mucha gente en el mundo. Considero que Dios me hizo una mujer extremadamente fuerte porque siempre voy al frente en todo, y estoy sola, porque no tengo a nadie acá”
Gladys "La Bomba Tucumana", el recuerdo de su hermana y la fuerza que le da su hijo
“Soy una mujer que está sola, yo soy una chica de Tucumán y tengo todo allá, mi vida, mi casa, mi madre. Mi hijo que vive en Córdoba es todo, es mi motor para salir adelante, es el que me aconseja, es el que me habla. Yo les dije a mis cinco hermanas mujeres que vengan, que fuéramos a comer algo juntas. Fue en mi casa la última vez que la vi a mi hermana. No puedo creer lo que ha pasado, no puedo creer que mi hermana ya no está, que nunca más voy a verla, que nunca más me va a abrazar, no puedo creerlo como la luchó hasta lo último. Cómo quiso vivir. Mi hermana la peleó, era una peleadora”, explicó la intérprete, reconocida en el país y en el continente por ser una de las referentes de la cumbia argentina.
Para finalizar, Gladys sentenció: “Yo no estaba peleada con mi hermana, gracias a dios. Siempre estábamos hablando. Cuando ella estaba enferma, pensaba que salía y yo me quedé tranquila. El décimo día fue el que puso mal y la peleó quince días, veinte con respirador. Con toda la esperanza de que iba a salir. Mis queridos sobrinos y los otros hermanos míos, cada uno en su casa y su dolor. Nunca más vamos a ser los mismos. Ya no somos más siete, ya no somos más cinco mujeres y dos varones. Es muy duro”