Nicolás, un ajedrecista federado de 40 años, conmovió a Guido Kaczka en Los 8 Escalones del Millón (El Trece) con su gesto solidario, luego de haber ganado el millón de pesos: prometió donar el premio completo.
La gran mayoría de los jugadores se presenta al programa por una necesidad económica o para usar el dinero del premio en un gasto grande. En el caso de Nicolás, explicó que no iba a destinar su premio en sí mismo, sino en donaciones para escuelas de chicos de bajos recursos.
"Nicolás tiene un millón de pesos. ¡Lo hizo! ¿Y el millón sería para...?", le preguntó el conductor mientras festejaba su triunfo. "Lo dono, completo", respondió el jugador. "¿Lo dona completo? ¿A dónde?", quiso saber Kaczka.
“Lo dono a dos comedores, uno en Coronel Pringles, yo tengo familia allá, y la otra mitad para un comedor en Morón, el Sagrado Corazón de Jesús, que ahí hay muchas necesidades”, explicó el ajedrecista.
“Todas las donaciones son súper buenas siempre, no por el hecho de donar, sino por la necesidad de los que ya no llegan. Cuando el Estado y todos llegamos hasta un nivel y hay otro más abajo, esos chicos comen con el esfuerzo de muchas donaciones, pero te puedo asegurar que es arroz, y si es carne, es guisada y es un pedacito si les toca”, concluyó el ganador. Cuando Guido le preguntó si iba a volver por otro millón, prometió: "Sí, claro. Volvemos".
Guido Kaczka se quebró en Los 8 Escalones al escuchar la dura historia de un participante
Recientemente, se presentó al programa un joven llamado Ariel Cisneros, quien se presentó al programa con el sueño de hacer un viaje con su hermano y su papá. "Ariel Cisneros, 27 años, contaba que la rebusca haciendo changas. Vive en Laferrere con su papá Carlos y su hermano Franco, con los que quiere viajar. ¿Se llevan bien los tres?", le preguntó el conductor.
"Y sí, nos llevamos bien, por suerte. Después de todo lo malo que fue el año pasado...", respondió Ariel, y comenzó a contar el duro momento que vivió en plena pandemia del coronavirus. "En casa nos contagiamos todos de Covid, el 26 de mayo falleció mi abuela y ocho días después falleció mi mamá. Y nos liquidó a todos. No me recuperé de uno, que me cayó el otro", contó el joven, con lágrimas en los ojos.
Kaczka se emocionó profundamente, se acercó al participante y le dijo, mientras le daba unas palmadas de cariño en el brazo: "Ay, Ariel. En el escalón 4 te estaba diciendo que eras fuerte, grandote. Lo confirmás en este, que sos fuerte".