Brian Caruzo, Gamuza de Cebollitas, rompió el silencio y se refirió a la denuncia pública por maltrato en la novela que hizo su excompañero, Juan Yacuzzi. En su descargo, el actor desmintió las palabras que el intérprete de Coqui emitió en varias apariciones mediáticas y que causaron revuelo en la industria televisiva.
“La realidad es que nos tenían en un cuartito, que era donde comúnmente íbamos todos para pasar el tiempo cuando no tenías que grabar; si no, te ibas al bar, pero no es que nos maltrataban, como dice (Yacuzzi), no es que nos maltrataban completamente, que nos puteaban”, comenzó su discurso Caruzo, en diálogo con Teleshow.
El actor continuó su descargo y en cada palabra se distanció más de lo relatado por su excompañero: “Era un cuartito que teníamos para estar ahí, hacer la tarea o lo que quisieras ahí, si no te ibas al bar. Te buscaban en el corralito o en el bar, y había alguien que nos cuidaba. Yo hice giras y todo y jamás sentí que nos faltaran el respeto, que nos maltrataran, jamás”.
“Al ser tantos, pasa que muchos se dispersan, pero no al punto de que nos gritaran, no es tan así. Nosotros, que éramos más chicos, teníamos exigencias, aprendíamos la letra, nos portábamos bien, a algunos les costaba más que a otros, pero no es tan tan así como dice Juan. Trabajar con muchos chicos se puede complicar, pero no es que nos retaban o gritaban”, sumó y cerró: “Cuando las escenas se repetían genera, entre comillas, pérdida de tiempo, pero no sentí que nos retaran ni gritaran por eso. A veces se enojaban cuando las escenas se repetían muchas veces, yo no repetía muchas”.
Las palabras de Juan Yacuzzi sobre su experiencia en Cebollitas
En diálogo con Juan Etchegoyen, Juan Yacuzzi se pronunció sobre las autoridades de Cebollitas y fue letal: “Se escuchaban unos gritos, unas cagadas a pedos terribles, innecesariamente o cuando nos tentábamos, que éramos chicos, nos cagaban a pedos como si hubiéramos matado a alguien; si hoy grabáramos ese griterío con un celular, hay varios que no trabajarían más”.
“Algunos se volvían muy locos, se ponían rojos de gritarnos, tiraban el papel en el piso, algunos lloraban y todo. Pensábamos que era algo normal, que te equivocadas con la letra y que te griten y te caguen a pedos. Si te equivocabas te pasaban la escena, y te decían ‘ahora por tentarse queda para lo último’ y por ahí tenías que esperar seis horas para grabar esa escena donde te equivocaste y éramos chiquitos”, siguió el actor.
“A los grandes los trataban de otra manera, había una diferencia abismal porque nosotros grabábamos veinte escenas por día, nos equivocábamos en algo y nos gritaban de una manera terrible y nos trataban para el cacheteo, te lo puedo decir porque yo lo viví”, sumó Yacuzzi, en una nota en Mañanísima.