Un periodista de A24 sufrió un ataque en medio de una entrevista cuando familiares de Máximo Thomsen se acercaron al móvil y le pegaron al camarógrafo. Se trató de Gabriel Prósperi, quien aseguró que el hermano y tío del condenado a cadena perpetua golpearon al camarógrafo que lo acompañaba.
Valentín Correa, el camarógrafo, debió recibir asistencia médica por un golpe en el mentón, un corte en un labio y otras partes de la cara, por lo que fue atendido en el Hospital Virgen del Carmen. "Fue agredido por el tío de Máximo Thomsen, a traición, por la espalda. Le tuvieron que dar tres puntos. Terminó custodiado por la policía para sacarlo de la ciudad, tanto él como el Gustavo", enunció uno de los comunicadores de A24 desde el estudio.
El entrevistado era el hermano de Máximo Thomsen, quien puso un freno a su tío para que parara su golpiza al camarógrafo, según informaron periodistas de A24. "¿No te alcanza con esto?", se escuchó decir al familiar en alusión a la cadena perpetua que le dieron a Máximo Thomsen, con un tono de hartazgo por el interés de la prensa de hacerle más preguntas al respecto.
La palabra de Graciela, la mamá de Fernando Báez Sosa, tras la condena
"Después de tanta espera y de escuchar el veredicto hoy, sonó fuerte cuando se dijo 'perpetua'. Sentí una emoción al escucharlo y también le dio un poco de paz a mi corazón, porque sé quienes realmente fueron los que asesinaron a mi hijo. A partir de ahora nace una historia muy importante en la Justicia argentina, al ser condenados estos asesinos que arrebataron la vida de nuestro hijo de la forma más cruel", enunció la mamá de Báez Sosa tras la cadena perpetua a cinco de los rugbiers y de 15 años a los otros tres. Y sumó: "Empieza una nueva etapa en nuestra vida, vamos a seguir luchando día a día para que quede firme la sentencia de estos asesinos. Salimos muy conformes. Esperé tres años escuchar que les digan 'cadena perpetua'. No es fácil ver como asesinan a tu hijo. Me costó muchísimo, no podía dormir de noche pensando en Fernando apoyando su brazo en el piso y levantando una mano, implorando piedad para que dejaran de darle patadas".