La vida de un futbolista es realmente sacrificada. Más allá de hacer lo que les gusta, no todos tienen la suerte de llegar a Primera División y poder vivir en base a un sueldo otorgado por la actividad deportiva. El "Chino" Báez es un ejemplo de ello: pasó de ser gloria del Ascenso, de jugar en Boca y no poder debutar en Primera División por problemas burocráticos a hoy en día estar dentro del staff de empleados de Marcelo Tinelli: es asistente de cámaras en ShowMatch.
“La tele es un mundo diferente a todo; el estar todo el tiempo entre famosos, con las cámaras, tratando de ser útil. Yo soy el que acompaña la cámara portátil, que va todo el tiempo al hombro, cuando a Marcelo se le ocurre salir del estudio o hacer alguna locura. Tenés que correr gente y ayudar con los cables”, aseguró Báez, en diálogo con Infobae.
¿Cómo llegó a trabajar con Tinelli luego de pasar por el fútbol? Todo se remonta a las épocas en donde el "Cabezón" y el "Chino" se encontraban buscando suerte en San Telmo: “En el el 99 fui a laburar al puerto, como estibador. Y me llamó el entonces gerente de Ideas del Sur, diciéndome que en la productora de Marcelo tenían que filmar en el complejo de edificios del 'Docke', si podía dar una mano. Pero al rato me llamó el productor, avisándome que no hacía falta, que había contratado a dos muchachos para que lo acompañaran. ¿Qué pasó? Le robaron todo y me llamó desesperado. Entonces fui, como conozco a todos recuperé lo que se habían robado y terminé trabajando en la producción: era para la serie Okupas".
"Después seguí vinculado cuando hicieron Tumberos. Un día apareció Marcelo y me saludó. Le dije que estaba con preocupación, porque en unos días terminaban de filmar y me quedaba sin laburo. ‘Vos te quedás trabajando conmigo’, me dijo. Y no paré”, aseguró Báez, quien tuvo que hacer el esfuerzo y el sacrificio de dejar el fútbol para buscar tranquilidad económica: "Buscaba estabilidad para mi familia, una obra social”.
Las dificultades para triunfar como jugador de fútbol
“El fútbol te absorbe. No te das cuenta y no buscás un estudio, otra profesión. Yo a los 14 años estaba en Reserva y enseguida pasé a entrenar con Primera, a los 15. Uno apuesta. Y no piensa en el futuro. Uno se mentaliza con el fútbol, pero hay que estudiar. Yo a los 30 largué y tuve que salir a ver cómo ganarme la vida dignamente. Laburé de albañil, en una empresa perfumista, vendiendo diarios en Corrientes y Esmeralda de 11 de la noche a las 11 de la mañana, en el Puerto...”, aseguró Báez, quien hoy en día se encuentra económicamente tranquilo, según sus palabras, gracias a la ayuda de su viejo amigo Marcelo Tinelli.