Fede Bal fue a Almorzando con Mirtha Legrand y conversó con Juana Viale y el resto de los invitados sobre un momento clave de su vida: cuando le diagnosticaron cáncer de colon y decidió visitar al Padre Ignacio para buscar una guía durante su trayecto con la enfermedad. Se trata de un cura que vive en Rosario.
En aquel momento de su vida, Fede estaba dispuesto a recibir cualquier tipo de ayuda y dos allegados le sugirieron que visitara al Padre Ignacio, entre ellos, Leticia Brédice, quien también estaba como invitada en el programa de Mirtha, sentada al lado suyo. “Alguien me llamó, el Chiqui Abecasis, y me llamó esta mujer”, dijo señalando a Leticia. “Me llamó ella y me dijo: 'Vos lo que tenes que hacer es esto' y me mandó un contacto. Constelaciones familiares, y lo hice”, recordó.
Así, Fede Bal contó que el cura se les acerca a las personas y les dice unas palabras al oído. “Te lo cuento y me emociona. Tuve una experiencia tremenda”, prosiguió. Cuando el resto de los invitados le preguntaron qué cosa le había dicho el Padre Ignacio, él no quiso contarlo y dijo que era una cosa entre ellos dos. “Él se te acerca y te dice algo. Me dijo algo que me quebró, me hizo llorar”, relató.
“El padre Ignacio fue una experiencia increíble. Todos los domingos él reúne una cantidad de gente. Y dije: ‘¿Por qué no voy a ir a ver a este hombre que tanta gente lo consulta por problemas de salud?’. Yo no quería ningún trato VIP ni nada, yo quería entrar tranquilo, poder verlo y darle la mano”, continuó Bal.
“Es una eminencia, un tipo que lo consultan muchos”, agregó. “¿Y por qué fuiste a ver a un cura y no a un rabino?”, indagó Juana. “Buenísima pregunta. Porque me abrí. Conozco muchos rabinos, soy por elección judío, mi madre es cristiana y mi papá judio, y me crié siempre entre las fiestas judías, en el colegio ORT, en el mundo de la colectividad judía”, explicó Fede. Sin embargo, destacó que su visita al Padre Ignacio no tuvo nada que ver con la religión, sino con estar dispuesto a abrirse y a creer.
¿Qué son las constelaciones familiares?
La constelación familiar es una terapia alternativa sin bases científicas que toma algunos aspectos del psicoanálisis, la psiquiatría, la teoría sistémica y la antropología social. Este tipo de terapia sostiene que todas las personas repiten y memorizan patrones en el inconsciente que, si no son resueltos, afectan de generación en generación, determinando nuestra forma de sentir y comportarnos. Al no tener fundamentos científicos, las constelaciones familiares se sostienen sobre creencias espirtituales.
¿Cómo son las sesiones de constelaciones familiares?
A diferencia de las terapias clásicas de la psicología, estas se centran en la introspeccón del paciente. Generalmente, se hacen entre un grupo grande de personas, entre 5 y 12, en donde cada uno tiene una hora para armar su constelación familiar y el resto de los participantes actúan de un miembro de la familia, representando conflictos o vivencias familiares que la persona quiere sanar. Según esta creencia, los otros participantes también sanan escenificando escenarios ajenos, ya que pueden sentirse identificados con sus propios vínculos familiares o ver las cosas desde otra paspectiva.
Es importante destacar que al tratarse de una pseudociencia, no hay ninguna prueba científica de que este tipo de terapia funcione: mientras a algunas personas les ha funcionado para transitar traumas, problemas familiares, duelos, angustias, ansiedades, etcétera, otros no notaron la diferencia o incluso empeoraron, por lo que depende de cada individuo en particular y es fundamental informarse antes.