Federico Bal pasó por momentos personales sumamente difíciles durante estos útimos años: le diagnosticaron cáncer de cólon, su papá falleció y su mamá, Carmen Barbieri, estuvo al borde de la muerte internada en terapia intensiva por coronavirus. Ya recuperado y sano, al igual que su mamá, Fede empezó una nueva etapa en su vida y asegura que su enfermedad fue clave en este proceso: le cambió la manera de ver todo.
Actualmente, el hijo de Barbieri está cumpliendo su sueño de conducir un programa de televisión sobre viajes, Resto del Mundo (El Trece), que le posibilita tener una fuente de ingresos mientras recorre el mundo. Con respecto a su vida personal, dice estar en un momento muy estable y feliz. Sin embargo, destacó que el cáncer le dio una enorme lección de vida.
“A veces me emociona pensar de dónde vengo, de las cosas duras que me pasaron, como a todos. Vivir no es fácil, es duro, pero al mismo tiempo es tan lindo. Todo lo que abracé a mi viejo me lo llevo siempre en el recuerdo”, expresó en diálogo con el periodista Fernando Gatti en una entrevista exclusiva para Infobae.
En este sentido, Bal explicó que el cáncer le enseñó algo que nunca se había imaginado sobre la mirada que tenía de las cosas. “Mi enfermedad vino a enseñarme un montón de cosas, me hizo entender que estaba viviendo la vida al revés. Que había cosas a las que le estaba dando importancia, me preocupaba por otras que no tenía sentido”, reflexionó.
Bal argumentó que tener una enfermedad como esa “genera un campo visual, como cuando a los caballos le sacás las anteojeras que usan para correr, y empezás a ver que la vida va por otro lado”. En su caso, siente que después de haberse recuperado empezó a vivir “más suelto, con un nuevo aire”.
Ahora, asegura estar en un momento de plenitud. “Desde todos los aspectos, estoy en un nirvana que ojalá se mantenga mucho tiempo. Y sino, estaré para ponerle el pecho, porque se trata de abrazar los momentos lindos y los malos también, porque la vida no puede ser un constante parque de diversiones”, cerró.
La adicción que atormentó a Fede Bal
Durante los comienzos de su carrera, el hijo de Barbieri tenía un contacto constante con los medios, lo cual lo llevó a ser “un adicto a la fama, a la sobreexposición”. “Es un momento de mi vida al que no regresaría jamás. Fue lo más vergonzoso de mi carrera. Hoy me topo con declaraciones que alguna vez hice y digo: '¿Por qué...?'. No sé, tenía ganas de hablar, creía que me las sabía todas y la gente me escuchaba”, confesó.
En aquel entonces, tenía una perspectiva sobre la vida y el lugar al que quería llegar muy diferente a la que tiene hoy. “Salía a pasear a mi perro y me buscaba en el kiosco de diarios... Verme en una tapa era: '¡Llegué!'. Para mí eso era el éxito”, continuó.
Incluso se refirió a la época en la que estaba en pareja con “Laurita” Fernández, entre 2016 y 2018, y llegó a la conclusión de que también es muy difícil ser famoso y salir con una persona famosa ya que la exposición se intensifica. “Cuando dos personas trabajan en el mismo medio y duermen en la misma cama, hay algo que explota”, sentenció.