Favio Posca comenzó a trabajar como actor desde muy joven en la movida under de su Mar del Plata natal. Su salto a la fama se produjo recién en la década del '90, cuando llegó a la televisión para nunca más, Desde entonces, conquistó al público en tiras y personajes que quedaron guardados en la memoria de varias generaciones. Y ahora se supo que esa personificaciones fueron posibles, en parte, por la dura infancia que debió atravesar.
Gastón Pauls lo entrevistó en su ciclo, Seres Libres, y le preguntó hace para trabajar "la oscuridad desde la luz" y el artista se abrió como nunca antes lo había hecho. "Yo necesité transformar y sublimar un montón de cosas de mi primer universo y digamos de mi infancia. Cosas muy fantasmáticas que me torturaban y que por suerte encontré o que es el teatro como para expresarme", afirmó.
"A los 15 o 16 yo estaba bastante muy border, de manera natural, sin haber consumido nada. O sea estaba realmente para medicar", recordó el creador de "Pitito", el personaje con el que visitaba el programa de Susana Giménez. y añadió: "Me acuerdo que una psicóloga me dijo "si vos no venías hoy a verme y no empezamos a hacer un tratamiento desde lo psicoanalítico, a los 25 años vas a tener un chaleco de pastillas". Eso me vaticinó. Por suerte, no sucedió pero estaba bastante border".
En esos primeros años de la adolescencia, una de las cosas que más lo perturbaba el vínculo con su padre, a quien describió como una especia de Dr Jekyll y Mr Hyde. "Con mi viejo la pasé muy mal. Yo siento que tuve dos padres, porque había uno que tomaba alcohol y el otro que no tomaba, en una sola persona. A uno lo amaba y al otro no, y por el otro sufría y por el otro, no", afirmó en el programa que se transmite por Crónica TV.
"Lo sufría mal al punto de irme de mi casa, a bailar, a donde sea y no saber cuando volvía qué iba a pasar en mi casa, con mi vieja. Y encima era un pibe, entonces también me sentía muy impotente", continuó. "Y después tenía mi otro padre que dibujaba, que hacía planos, y el olor a tinta y toda la cosa fantástica y limpia", completó.
En ese momento, Pauls le preguntó si su papá en alguno momento fue consciente del problema que tenía y si pidió ayuda. "Mi papá falleció cuando yo tenía 19 años sin llegar a ver esa posibilidad de decir "necesito ayuda", Nunca se habló, nunca pude hablarlo viste. Sotto voce sabía que yo me distanciaba muchísimo cuando no estaba bien y él sentía mi amor cuando estaba bien. Jugábamos a la canasta noches entera cuando él estaba bien. Yo tenía 10 años. Tengo ese tipo de recuerdos alucinantes y otros tétricos", explicó el actor en el ciclo en el que se trata temas relacionados a las adicciones.
A la hora de describir cómo elaboró todo eso para no repetirlo con sus propios hijos, Favio afirma: "Lo que siempre tuve en cuenta es tratar de no repetir lo que a mí no me gusta que me hagan o no me gustó que me hicieran. Tampoco está bueno recriminar a los padres de uno, porque con mucho amor hicieron lo que pudieron, pero hubo cosas que a mí me marcaron que no estuvieron buenas. Entonces a mí me parece que fundamentalmente es poder discernir qué es la basura de tu cabeza y que no, como para que el niño o la niña esté lo más que 'cleen' posible. Y a partir de ahí confiar, el amor es fundamental, la libertad y que vivan su vida".
"Yo siento que fui bastante torturado por mí mismo durante muchos años y ahora es como que, en realidad, uno siempre quiere volver a lo que conoce. Aunque lo haga sufrir a uno, con la adicción también pasa. Esta cosa mental que yo tenía, de retorcido, de tantas cosas que me han pasado desde lo fantasmático, porque no he llegado nunca a escuchar las voces pero sí el ruido mental de palabras que no paran. A veces cuando estoy en paz, quiero volver a eso, es re loco y sé que me hace sufrir, pero empiezo a pensar y me subo un caballo, y digo 'no bajate de ésta que no vas a ningún lado", analizó Posca y concluyó: "La adicción sería, digamos, mi propia mente, que me quiere seguir tirando para el lado de lo egoico, para el lado de no soltar, para el lado de la no paz interior. Y estoy laburando desde hace muchos años y creo que he cambiado muchísimo respecto de cómo estaba porque a la vez la careteaba perfecto. Jamás nadie se dio cuenta de que yo estaba recontra loco porque también lo actuaba pero no estaba bien".
Gastón Pauls contó la particular que tiene con su hija
Gastón Pauls y Agustina Cherri estuvieron en pareja durante siete años. En ese lapso, los actores fueron padres en dos oportunidades: Muna, de 13 años y Nilo, de 11. Y la pequeña eligió seguir los pasos de sus padres: ya debutó como cantante y Cris Morena la tentó para que se sume a algunos de sus proyectos.
En ese sentido, la preadolescente hace unos meses a Nueva York junto a su papá para perfeccionarse en comedia Musical. Ya Instalados de nuevo en el país, el actor contó cómo maneja las posibles consecuencias de la fama en una chica tan joven. “Agus y yo sabemos lo difícil que es lidiar con el aplauso y el abucheo, de entender que a veces sos lo que sos, pero que no te llamen”, indicó Gastón, en diálogo con Agarrate Catalina.
“Yo trabajo mucho con Muna el tema de la humildad y de no creer del todo ni en el aplauso ni en el silbido. Trato de transmitirle eso”, explicó el protagonista de Todos contra Juan. Y completó la respuesta contando una curiosa anécdota que vivió hace algunas semanas.
“El otro día vino un chico que no tenía más de 12 años, que me dijo: ‘Yo no sé quién es usted, pero estoy enamorado de su hija. ¿Le puedo decir suegro?’”, contó Pauls sobre la situación que lo sorprendió. “Ese mismo día, un grupo de señoras de 50 años me decía que Muna ya nos superó a Agustina y a mí”, agregó con mucho humor y muy orgulloso con el momento que transita Muna.