El periodista Esteban Trebucq, alias "el pelado de Crónica TV", tuvo un debut accidentado en A24, con su ciclo de actualidad y se presentó tarde al estudio. Las placas del canal no se lo perdonaron y escracharon a la figura con picantes reproches.
Pasados los primeros segundos de las 21 horas, Edi Zunino dio por finalizado su programa y anunció el inicio de La cruel verdad con la conducción de Trebucq. Lo que nadie imaginaba era que el periodista no apareciese una vez se dio la salida al aire. Con música de tensión, las placas de A24 documentaron la tardanza del comunicador, que llegó minutos después.
"Trebucq está demorado", "estaría incomunicado" y "no responde llamados...ampliaremos" fueron las placas con las que la señal procedió a escrachar al debutante. Apurado, Trebucq ingresó al estudio con quejas y -sin presentarse o dar comienzo al programa- vociferó: "¿Me acomodás (el micrófono) un poquito? Se escucha medio incómodo ¿No hay agua, che? Vine corriendo".
Ante la respuesta negativa de los productores y camarógrafos, "el pelado" lanzó un reproche: "¿Cómo no hay agua? Mala onda. Traeme un vaso de agua". Días atrás, Trebucq dio una entrevista a Infobae para adelantar su llegada al Grupo América y reveló sobre su propuesta televisiva: "Aspiro a hablarle a gente que no elije qué comer o directamente no come. No voy a analizar el consejo de la magistratura. Voy a ir al hueso. Yo soy políticamente incorrecto y voy a seguir siendo así porque no me sale ser de otra manera".
El Pelado de Crónica reveló su adicción: "Por eso perdí el pelo"
Esteban Trebucq, más conocido como "El Pelado" de Crónica TV, rompió el silencio para hablar de un tema complicado de su vida. Se trata de su adicción al trabajo, situación que repercutió en su vida personal y sobre la cual se explayó para brindar detalles de cómo transita su día a día.
"El Pelado" pasó por el ciclo Seres Libres conducido por Gastón Pauls. "Perdí el pelo por el trabajo, me separé por el laburo", reveló Trebucq, quien detalló que fueron dos los matrimonios le costaron a raíz de sus interminables jornadas laborales. Entre lágrimas, contó que el tiempo de descanso se lo dedica a sus hijas.
Laburaba todos los días, de domingo a domingo", recordó sobre sus inicios en el periodismo en la década del 90 en La Plata. "Dormía, me levantaba, me planchaba la camisa y me iba de nuevo al diario. Ser empleado de un diario es lo más cerca de la esclavitud", sostuvo de manera contundente.