Yanina Latorre vivió un incómodo momento al aire en LAM (América TV) luego de que uno de sus compañeros, Santiago Sposato, se metió a su casa sin permiso y expuso frente a las cámaras el barrio privado en el que vive.
Si bien la esposa de Diego Latorre es una figura que suele exponer su vida personal en las redes sociales, es bastante cautelosa a la hora de exponer su intimidad. Su colega la tomó por sorpresa al invadir su casa y la "angelita" no pudo evitar reaccionar con desesperación.
"Ese es el jardín de mi casa. Yo conozco esas flores. ¿Qué hacés en mi casa?", le preguntó Latorre desde el piso de LAM, completamente impactada. "¿Esto es verdad? Odio que estés en mi casa. No soporto esto, no soporto que se metan en mi intimidad y estoy acá al aire remando esta situación", agregó visiblemente incómoda, mientras el cronista mostraba los diferentes espacios de la casa de Yanina por dentro.
Incluso, Sposato llegó a conversar con Lola Latorre, la hija de la panelista, y a abrir la heladera de su casa para mostrar todo lo que tenía adentro. "No soporto que me invadan así la casa, lo digo de verdad", agregó Latorre, mientras disimulaba su enojo con una sonrisa. Luego, el notero habló con Lola, quien estaba preparando las valijas para viajar a Qatar junto con su papá. "¡Lola, si entra al altillo, te mato! De verdad. Es un quilombo, estoy sufriendo", le advirtió su mamá.
El mal momento de Yanina Latorre en su country
Recientemente, la panelista de LAM hizo un fuerte descargo en sus redes tras haberse peleado con el guardia de seguridad del country en el que vive. “Tengo que compartir este momento de soledad e histeria. Llegué al country y el guardia me pidió la documentación física. Ya me cagó, porque la tengo solo digital. Me rompe las pelotas, porque si hay una aplicación donde está toda tu vida, ¿por qué lo querés en físico? Le dije que no lo tenía y me dijo: ‘Bueno, está bien, por esta vez te hago el favor’”, comenzó la “angelita”.
Además de la burocracia con temas administrativos, la "angelita" dijo que estaba “podrida de las cosas que pasan en estos lugares", así como de los malos tratos que recibió por parte de este encargado. “A mí no me maltrata ni me destrata nadie. Con el odio que me fui... Llegué a casa, me puse el pijama y me serví un vino. Tengo tanto odio que no tengo ni ganas de prender el microondas, voy a comer fruta”, cerró.