Darío Barassi protagonizó un insólito momento en 100 Argentinos Dicen ante una inesperada respuesta que recibió por parte de una de sus participantes. El conductor de televisión apeló a su humor para reaccionar a una revelación de la concursante sobre un problema de salud que atraviesa desde hace años.
El hecho se dio en medio de una consigna que obligaba a los participantes a enunciar las razones por las que un modelo de una clase de bellas artes podría tener un inconveniente. "Que haya un ruido", respondió una de las concursantes y Barassi fue contundente en su reacción. "¿Te da vergüenza decir pedo?", arremetió el actor de Viudas e Hijos de Rock and Roll.
Otra miembro de esa misma familia fue astuta y redobló la apuesta de Barassi: "No, no me da vergüenza. Tengo colon irritable desde los 15 años, así que quédate tranquilo". La cara del conductor cambió de manera repentina al escuchar esa frase y soltó: "Chicos ¿vamos a seguir viviendo como si no pasara nada cuando una concursante cuenta en cámara que tiene colon irritable? ¿Qué estoy haciendo yo acá? Se acabó la televisión, la cultura y los medios. No sé si lo quiero saber, hermana. ¡Andá a contárselo a tus amigas, no en tele!", con la risa de los presentes en el estudio como respuesta.
Darío Barassi sobre la dura infancia que atravesó por algunos conflictos de su madre
"Con 32 años, la carrera de Derecho sin concluir y tres hijos, mamá se sintió perdida. Hacía lo que podía. Volvió a casarse. Volvió a enviudar. Y entramos en una vorágine", relató Darío Barassi en diálogo con Infobae sobre cuánto lo afectaron aquellas situaciones vividas en su infancia. Y agregó: "En 12 años nos mudamos 16 veces. Todo era un ´ir probando´. Hasta llegamos a vivir en el barrio Santa Lucía, de una zona rural. Yo amanecía rodeado de ovejas y le decía: '¡¿Vieja, adónde nos trajiste?!''".
Barassi dejó en claro que con el tiempo y la ayuda de más de 10 años de terapia pudo perdonar a su madre, pero recordó: "Laburaba a la mañana. Laburaba a la tarde. Además intentaba hacer una vida. Tenía una pareja. ¡Yo odiaba que tuviese una pareja! Y crecí muy solo. Para mis exigencias y necesidades diarias tenía empleadas, a mis hermanos, a mis abuelos, pero mi vieja no estaba. Me había abandonado ella también. La castigué un par de años".