La cantante Karina, La Princesita causó conmoción en una reciente reportaje, cuando reveló los duros momentos que atravesó en sus comienzos en la música. En su descargo, la intérprete de Corazón Mentiroso dio a conocer hostiles situaciones que debió enfrentar cuando era nueva en el ambiente y muchos querían pasar por encima de sus decisiones.
“Siendo mamá, yo quería dejar en el hotel a mi hija con la abuela y de ahí a trabajar y tal vez me decían ‘no llegamos vas con tu hija’. Hemos llegado a pelear al punto de que me peguen un cachetazo, insultos y tener que pelearme como hombre para ser respetada, en una camioneta llena de hombres y nadie saltaba por mí”, expresó Karina en referencia al machismo que se vivía -y aún se vive- en la industria musical en general y en la movida tropical en particular.
“Yo me enfrentaba cara a cara y se hacía lo que pedía, que era al menos trabajar con seguridad para mi hija”, continuó la voz de Fuera y así evidenció una desigualdad que han vivido la gran mayoría de sus colegas mujeres. En cada relato de músicas que se han forjado un camino en la industria, siempre aparecen experiencias desagradables que debieron superar por el hecho de ser mujeres.
La dura historia de vida de la mamá de Karina, La Princesita
En una entrevista con Ángel de Brito, Mónica Cuello, la madre de Karina, La Princesita se explayó sobre su historia de vida e hizo hincapié en la violencia que sufrió por parte del padre de la cantante. “Quiero contar mi historia de violencia sufrida para que nadie pase por lo mismo. El papá de Karina me apuntaba con un revólver en la cabeza delante de los chicos y decía ‘la mato o no la mato”, expresó la señora.
En otro momento del reportaje, Cuello contó que tuvo que vivir una semana en la calle, tras haber sido expulsada de la casa donde residía por un malentendido. Ella vivía con su tía y, cuando tuvo su primer encuentro con el papá de Karina, ocurrió lo inesperado: “El marido de mi tía me vio con él, en la primera cita, y como él tenía barba pensó que era un señor grande. Entonces me echaron. Fui a lo de mi mamá después, pero terminé durmiendo una semana en la calle”. Y concluyó: “Entonces por eso, yo decidí muy pocas cosas en mi vida. Nada fue planificado, las cosas pasaban”.