Paula Chaves escribió en sus redes sociales un emotivo texto en alusión al nacimiento de su hija Olivia, fruto de su relación con Pedro Alfonso. La modelo, actriz y conductora de televisión aprovechó el aniversario de la llegada al mundo de la pequeña para contarles a sus fans cómo fue el parto en 2013.
“Hace 2 min entraba aterrada al quirófano porque me decían que tenías que nacer. Hace 2 min te vi por primera vez tomando la teta con tus ojos chinos. Hace 2 min me decías mamá por primera vez”, escribió emocionada la exparticipante de Bailando por un Sueño, en alusión a cuán rápido pasó el tiempo para ella desde el nacimiento de su primera hija.
Olivia, Baltazar y Filipa son los tres hijos que Alfonso y Chaves tuvieron en sus más de diez años juntos, tras el comienzo de su relación ante las cámaras de Showmatch en 2010, cuando muchos periodistas de espectáculos pensaban que su amorío se trataba de un manejo de prensa por parte de las celebridades, debido a la masiva exposición del mismo.
“Yo te disfruto cada instante, te veo crecer. Te admiro tanto. Tu simpleza. Tu generosidad y empatía. Tu sensibilidad. Tu personalidad arrolladora. Tu insistencia abrumadora pero perfecta. Amo ser tu mamá, me fascinas", cerró su posteo la conductora de Bake Off Argentina.
El mal momento que vivió Paula Chaves por la salud de su hija menor
"Lamentablemente el jueves me ocurrió algo muy shockeante. Que encima ya me había pasado en diciembre. Mi hija Filipa tiene convulsiones por fiebre, cada vez que levanta una línea de fiebre puede llegar a pasarle eso”, comenzó su descargo la actriz en el ciclo Cortá por Lozano hace algunos meses. Y agregó: “Pedro tenía que hacer gira, estaba todo bien en casa: Fili tenía esas liniecitas de fiebre pero nada más. Y bueno, en la bajada de Thames y Panamericana, me di vuelta y vi a mi hija con espuma en la boca y los ojos para atrás”.
Paula contó que después de pedir ayuda, un chico que andaba en moto logró abrir el tránsito para que la dejaran pasar y la guió hacia un hospital. “Ningún padre quiere ver a su hijo convulsionar. Abrí la ventana y empecé a gritar desesperadamente como lo haría cualquier mamá con su hijo a bordo. Unas mujeres que caminaban ahí por el puente empezaron a frenar pero la verdad que estaba todo frenado desde la Panamericana hasta al Trinidad de San Isidro, que es un trayecto de 300 metros”, recordó emocionada y aclaró que su hija, más allá de ese episodio, ya estaba recuperada.