El pasado 30 de marzo Netflix estrenó la película Granizo, una comedia protagonizada por Guillermo Francella, y las malas críticas no tardaron en llegar, remarcando las falencias de la historia. Uno de los famosos que no se quedó atrás de la polémica fue el mediático Beto Casella, que lanzó un picante comentario al respecto.
“Se estrenó Granizo, la última producción que dirigió Marcos Carnevale. Hay críticas variadas, a mí me pareció una película simpática. Pero bueno, hubo críticas que señalaban como que ‘era el Francella del siglo pasado’ ¡Muy duro! Yo tengo como norma, cuando se trata de cine argentino que da laburo a mucha gente… Me ha pasado que algunas no me han gustado… Y bueno, digo que ´es pasatista´. Pero esto es personal”, arrancó Casella al aire de Bendita TV (El Nueve).
Fiel a su estilo, Casella no tardó en opinar: “¡Tampoco es que Francella tenga que tener inmunidad absoluta, impunidad, y que todo lo que haga, uno tenga que decir ‘ay que bien! Acá está bárbaro, él”. En contrapunto, la panelista Edith Hermida fue mucho más severa y arremetió: “Francella no está mal, el problema es el guión. Me da bronca porque tuvo un muy buen presupuesto, se podría haber visto en muchos países, pero lamentablemente tiene un guión que atrasa veinte años. Es verdad, se quedó en el camino”.
“A mí me pareció entretenida, tampoco es que uno vaya a esperar cine iraní. Yo no quiero jugar al crítico de cine experto, pero ahí el director podría haber buscado otro Francella y no pase esto de Pepe Argento. Podría haber estado mejor dirigida, es mi humilde punto de vista”, finalizó Beto.
Granizo: una tormenta de malas decisiones con Guillermo Francella a la cabeza (por Ignacio Dunand)
En buena medida nuestra vida depende de la meteorología, de si hace frío o calor, o si está pronosticado lluvia. Es tanto el poder y la responsabilidad que tienen los meteorólogos que, ante un pronóstico "errado" (destaquemos que no se trata de una ciencia exacta, sino que está sujeta a los cambios del tiempo), pueden convertirse en sujetos odiados por una parte de la sociedad. Granizo, la nueva comedia de Marcos Carnevale protagonizada por Guillermo Francella (con estreno directo en Netflix) -como el inefable Miguel Flores, un presentador del clima que le pifia al pronóstico de una tormenta de granizo- parte de una buena idea que termina deformándose en una comedia poco profunda y un tanto ofensiva.
Miguel Flores (Francella) desconfía de las aplicaciones de celulares que dicen el clima, al punto tal de tesitura que le resta importancia a una tormenta de granizo pronosticada en los dispositivos y sigue adelante con su pronóstico del tiempo, basado en sus estudios y medidas. Y cuando "el inefable" presentador de televisión falla y las piedras caen en la Ciudad de Buenos Aires -dejando un gran saldo de autos rotos y accidentes- se convierte en una figura "cancelada" por los medios y por la gente.
Granizo arranca como una comedia ligera a la que rápidamente se le ven todos los hilos, y la interpretación de Guillermo Francella -que repite gags ya cansadores de Poné a Francella- no hace mucho para lograr que los espectadores empaticen con la situación de Miguel. Sobre este aspecto vale la pena una breve reflexión: escondiéndose en la casa de su hija en Córdoba, el protagonista emprende un torpe camino de reconstrucción de lazos familiares. Algo que nunca se llega a dilucidar ya que, sobre el final de la trama, no se ve un aprendizaje y cambio de actitudes. Sigue siendo un sujeto egoísta, narcisista y cegado por la fama. ¿Y en qué queda la relación con su hija? El director resuelve el arco dramático a las apuradas con un mensaje de WhatsApp, forma increíble de lavarse las manos y no ahondar en las complejidades vinculares que la historia tiene para ofrecer.
Aún pasando por inadvertidas estas incongruencias en el tratamiento del guión y los personajes, el grado de banalización a la profesión de los meteorólogos y a los saberes populares en torno a esta ciencia funciona como toque de gracia final que hunde a Granizo en el olvido. Esto lo grafica a la perfección la escena donde Miguel Flores descubre los saberes del chamán cordobés, los cuales consisten en chupar muñequitos de chocolate Jack para determinar cómo estará el tiempo. No es gracioso ni está trabajado para que así lo sea; es tan solo una reproducción rancia de estigmas en torno a los conocimientos de los pueblos originarios.
Cuando las casi dos horas de Granizo empiezan a hacerse interminables, Carnevale guarda una sorpresa final: una incursión espantosa en el cine catástrofe, con una tormenta de granizo destruyendo monumentos icónicos de la Ciudad de Buenos Aires. Sí, espantosa. Es un adjetivo fuerte y apropiado dado que cualquiera que visualice el pobrísimo montaje y el flojo empleo de efectos especiales (son tan irreales que resultan chocantes de ver en forma placentera) llegará a conclusiones similares. ¿Lo mejor de la película? Romina Fernandes y Norman Briski, dos artistas que desde sus papeles de reparto aportan frescura a la trama.
Granizo. Nuestra opinión: mala.
Dirección: Marcos Carnevale.
Elenco: Guillermo Francella, Romina Fernandes, Peto Menahen, Laurita Fernández, Eugenia Guerty, Martín Seefeld, Pompeyo Audivert, Viviana Saccone, Nicolás Scarpino y Norman Briski.