Una figura de El Trece y de Netflix relató el duró momento que atravesó en su peor etapa de adicción a las drogas. Se trata de un diseñador de moda que ha marcado tendencia en los últimos años, jurado del ciclo Corte y Confección, conducido por Andrea Politti en el canal del Grupo Clarín.
"Esto es como salir del closet cuando eras gay, cuando eras chico. Es exactamente el mismo sentimiento: tener que caretear algo que se te está yendo de las manos", comenzó su descargo Santiago Artemis sobre cuán difícil es contarle al mundo que uno tiene problemas de adicción, en diálogo con Gastón Pauls en el ciclo Seres Libres.
Artemis dio a conocer que le afectó mucho el rápido crecimiento de su popularidad en el último tiempo. "Yo sentía como que me estaba perdiendo de algo, arranqué a los 28, 29. Primero fue un brownie en Holanda, recuerdo que no lo quería hacer necesariamente, pero fue mucha presión del resto. Me sentía tan inseguro que sentí que tenía que acceder", soltó.
"Sentí que no estaba en control conmigo y me encantó. Al año siguiente, empezaron los shots de vodka, después el éxtasis y la cocaína", recordó Santiago y aseguró que en una primera instancia las drogas son divertidas, según su experiencia, pero después de un cierto tiempo todo se empieza a volver muy oscuro. "Mi tema fue más el alcohol, no tuve tanto enganche con las otras drogas. Empecé a volverme violento, no de lo físico, pero sí de maltratar gente o ser una persona que te pasa por encima", agregó y contó que por ese motivo perdió a muchos amigos.
"Desde que nací fui un chico extremadamente raro, en el buen o mal sentido. Nunca conocí los límites y siempre me encantó desafiar todo. Soy medio combativo, no en el mal sentido, pero hasta que no me doy contra el piso, no paro", explicó el diseñador de moda que creció en una familia mormona y no conoció el alcohol, las drogas y las fiestas hasta sus 28 años.
Qué es la libertad para Santiago Artemis
El artista dio a conocer que habló con Fabiana Cantilo y le pidió ayuda cuando todo se le fue de las manos, en una ocasión en que la cantante lo contactó para pedirle un vestido. Santiago habló de cuánto le costó ir a Alcohólicos Anónimos para iniciar su recuperación y cerró su descargo con una definición de libertad: "Mi momento de joda fue de un año y medio nada más, por suerte. Pero muy de mucha oscuridad, es re oscuro todo. Ser libre es justamente es estar fuera de eso. Tener consciencia de decir no voy a meterme más en esto. Es una alegría que todos se den cuenta de que estás mejor, la gente te va a dar la mano a medida que te empiecen a ver bien".