Julieta Poggio, participante de Gran Hermano 2022 (Telefe), abrió su corazón y reveló la angustia que siente desde hace meses, después de tantas semanas de encierro y convivencia con el resto de los "hermanitos".
Durante las últimas semanas, Poggio se mostró muy sensible y en varias ocasiones discutió con sus compañeros y terminó llorando. En este contexto, habló con Santiago del Moro y se sinceró con los televidentes acerca del duro momento que está viviendo.
"Para mí, la experiencia es positiva. Superé mis propias expectativas. No pensé que iba a llegar tan lejos, eso me pone súper feliz", comenzó la modelo, destacando que estar adentro de la casa "es una experiencia única". "Es como una casa mágica. Te encierra en una habitación y nos hacen una pool party, te encierran de nuevo, se va la pool party. Desordenamos todo, nos encierra, y todo ordenado. Es una casa de ensueño, es vivir momentos únicos", amplió.
Sin embargo, confesó que lo que más le costó es la intensidad con la que se vive el día a día: "Acá nada es chiquito, cualquier cosa es un problema gigante. Todo. Y yo también me hago mucho la cabeza, maquino. A veces no pudo dormir y lloro, acá todo es grande", confesó.
En este sentido, Poggio señaló que las discusiones con sus compañeros "El otro día nos peleamos con Nacho por lavar los platos, como si fuéramos hermanos, y después te quedás mal. Verte la cara, todo el tiempo. Es discutir y tener que verte. Es una convivencia y eso es lo difícil, porque no podés pelearte con alguien y salir a despejarte, a tomar aire, y volver más tranquilo. Es estar todo el tiempo, eso es lo más difícil para mí", concluyó.
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La angustia de Julieta Poggio en Gran Hermano por su familia
Recientemente, Julieta habló con Romina sobre lo mucho que extraña a sus seres queridos y se largó a llorar. "Haber pasado dos placas, a mí me ayudó un montón. Y a vos también, Ju", la consoló la exdiputada. Fue entonces cuando Julieta rompió en llanto y le respondió: "Sí, pero a veces necesitás a tu familia. Necesito a mi mamá, yo nunca extraño, pero a veces necesitaría estar un ratito con ellos", confesó.
"Vos pensá que, gracias a Dios, tenés a una persona que no es tu vieja pero ocupa el rol, boluda", la consoló Lucila "La Tora", en referencia a Romina, quien desde un principio, trató a todos los integrantes de la casa como si fuesen sus propios hijos, especialmente a Julieta, con quien forjó un vínculo muy cercano.