Sabrina Garciarena reflexionó sobre la maternidad y la romantización que muchas veces se hace desde la sociedad. La esposa del periodista Germán Paoloski contó su ardua rutina como madre que trabaja y se refirió al desconocimiento con el que se encuentran muchas mamás primerizas.
Estos pensamientos se expresaron en una entrevista con Pronto, en la que describió su presente laboral. "Creo mucho en las energías, cuando llega Madres a mi vida tenía a Mia recién nacida en pandemia y decía evidentemente yo tengo toda esta experiencia de tres hijos para aportar a un tema tan universal", soltó la madre de León, Beltrán y Mía.
"Dani, mi personaje tiene su historia diferente a la que me tocó a mí, pero si encuentro puntos en común en Sabrina cuando estaba embarazada de León por ejemplo, que era mamá primeriza y no tenía ni idea de lo que venía. Porque claro te dan un bebito, llegas a tu casa y decís ¿y ahora qué hago?", continuó su descargo Garciarena.
La actriz de cine, teatro y televisión reflexionó sobre el concepto machista basado en que solo hay que cuidar a las mujeres y que los varones deben aguantarse los golpes o las cargadas. "Yo tengo dos varones y siempre sentí como una responsabilidad muy grande de enseñarles a cuidar a la mujer, pero no sólo a la mujer, sino también al hombre. Porque hay una cosa hoy del bullying, que me pasa con León que usa anteojos me dice que en el colegio lo cargan: 'me gritó porque no les gusta que use anteojos', me cuenta", analizó. Y cerró: "La verdad es que hay que empezar a bajar línea para cuidar a la mujer como también al hombre. Nadie es más que nadie".
Sabrina Garciarena sobre la repartición de tareas entre padre y madre
"Él bebé nace y quiere estar con la mamá y tomar la teta. Pero si cuando él bebe nace, él papá lo agarra y lo acuna en sus brazos, él bebe se acostumbra a esos brazos. Yo a veces lo cargo a Germán porque cuando hemos ido a parir, él duerme doce 12 horas", expresó Garciarena sobre su propia experiencia. Y cerró: "Se acuesta en la cama de acompañante y yo estoy toda ahí cosida. A ver, yo no tengo que pedir ayuda, lo escucha llorando y se puede levantar. Pero hay un vínculo tan simbiótico entre la mama y él bebe que un poco es culpa nuestra. Bah, no es nuestra culpa, a veces me escucho hablar raro. Pero estamos tratando de cambiar que esto es de a dos".