Luego de esmerarse mucho en la semana de repechaje para reingresar a MasterChef Celebrity, Denise Dumas logró su cometido y desde entonces intentó demostrar lo mejor de ella a la hora de presentar platillos para demostrar que anhelaba quedarse en competencia. Sin embargo, en medio de su compromiso con la cocina, la conductora se da la libertad de dejar salir su personalidad espontánea, lo que a veces le juega un poco en contra.
En la velada del miércoles 2 de febrero, jornada para la cual Dumas había clasificado dentro de las mejores de la semana y compitió por una medalla, volvió a hablarse del casamiento de Paulo Kablan y qué podía ofrecer cada compañero para hacer de la ceremonia un evento especial. Fue entonces cuando Denise quiso hacer un chiste y ofrecerle al periodista sus servicios como "bailarina", pero cuando quiso hacer una demostración, terminó por lastimarse.
Como Damián Betular había ofrecido hacer la mesa dulce y Joaquín Levinton cantar en la boda, la ex conductora de El Nueve quiso aportar lo suyo, pero cuando empezó a realizar unos pasos de baile correspondientes a su coreografía de adagio, no pudo controlar su cuerpo y terminó por resbalarse y caerse al piso mientras cocinaba.
Afortunadamente, los alimentos que Dumas cocinaba no sufrieron ningún daño, pero el cuerpo de Denise si se vio afectada, ya que cuando quiso incorporarse, se dio cuenta de que su tobillo le dolía bastante por lo que, antes de hacer un esfuerzo y continuar con lo suyo, decidió confesar su pesar con sus compañeros: "Chicos, creo que me esguincé".
Una noche para el recuerdo: su mejor desempeño
Debido a la poca cantidad con la que contaban los participantes, ya que el desafío de la noche consistía en ir a buscar los ingredientes a un "almacén" que cerraba y abría cuando el jurado quería, Denise intentó presentar un platillo con pocos recursos, lo cual terminó de maravilla.
La base del platillo consistió en una sopa fría de zanahoria bien cremosa ideal para las altas temperaturas que llegaron a Argentina, pero la estrella de la receta fue una espuma ácida que complementaba a la perfección con la textura y el sabor de la sopa.
Cuando el jurado probó esta especie de merengue, admitieron que era "una genialidad" y que, sin dudas, "se notaba que había salido de una cabeza de alguien que quería quedarse en MasterChef", declaraciones que emocionaron muchísimo a la conductora.