Tamara Paganini hizo fuertes declaraciones este jueves a 20 años de del estreno de Gran Hermano en la Argentina, en donde salió condecorada subcampeona. La primera edición la hizo Telefe y el ganador fue Marcelo Corazza. "Fuimos a la basura a sacar las berenjenas podridas, era lo único que teníamos para comer", confesó.
"Si no doy notas, si no salgo más en la tele, la gente se va a olvidar de mi cara. Y ya está, voy a poder caminar tranquila por la calle’. Yo me tenía que disfrazar de hombre para salir caminando. A mi novio también lo perseguían mucho: un día lo hicieron chocar con el auto para sacarle una foto.”, relató Paganini en el programa Hay que ver (El Nueve).
Paganini contó cuál iba a ser el propósito del dinero en el caso de haber salido ganadora del reality: "Mi plan era, si tenía una mínima chance de ganar, comprarle la casa a mis viejos. Quería mejorarles un poco la vida. Gané 39 lucas, y todavía era el ‘1 a 1′. Para comprarle una casa a mis viejos no me alcanzó, pero les di plata para que la inviertan. Invirtieron en el 2001, imaginate como les fue. La plata de GH desapareció así...".
Le alcanzó para vivir durante tres años, hasta que llegó un momento en el que “no tenía un peso". "Literalmente, no tenía para comer. Yo estaba viviendo con la Pato (compañera de Gran Hermano) y lo único que había eran unas berenjenas que estaban medio podriditas. Me fui, Pato llegó a casa y cuando vuelvo le pregunto: ‘¿Y mis berenjenas?’ ‘Las tiré, estaban todas podridas’, me dijo. ‘Pato, es lo único que teníamos para comer’. Y ahí nos fuimos a la bolsa de basura a sacar las berenjenas, porque era lo único que teníamos”, recordó.
Días atrás, Paganini brindó una entrevista con Exitoína y relató cómo fue la experiencia post Gran Hermano: "Cuando salí de GH me decían 'qué querés hacer'... Cine, teatro, novela, radio. Y yo ahí sólo quería irme a mi casa. Si los medios habían provocado que mi vida fuera intolerable, no iba a seguir ahí. Yo creía que en algún momento se desinteresarían de mí. Tanta gente quiere ser famosa, por qué iban a insistir conmigo. Bueno, después entendí que no era así, que yo al negarme estaba generando aún más interés. Mis fotos salían más caras que las demás. Eran conceptos que no tenía. Yo no sabía que me podían pagar por estar en un boliche. No sabía el concepto de presencia",