Facundo Arana es un actor y modelo que siempre ha tenido una arista vinculada a la solidaridad y al compromiso social. En una reciente entrevista, el miembro de los elencos de novelas como Padre Coraje y Vidas Robadas demostró una vez más ese espíritu al referirse al caso de Loan.
Loan lleva desaparecido cincuenta días, desde el día en que se encontraba en la casa de su abuela, ubicada en la ciudad correntina de 9 de Julio. "¿Dónde está el chiquito? No digamos desaparecido. Porque desaparecer es un acto de magia y acá no hay magia alguna. Nada en el mundo desaparece. Entonces, no pude ser que no se hayan encontrado respuestas acerca del paradero de este chiquito", comenzó su descargo el artista, en diálogo con Continental.
"En el caso de Loan, soy padre y me afecta directamente. No soporto que Loan y 100 chicos más no estén. No digamos desaparecidos, porque nada en el universo desaparece. Te juro que aprovecho cualquier momento para poder escuchar voces que son más autorizadas que la mía, de gente que está más informada, para que podamos decir todos juntos: ¿dónde está Loan?", continuó su descargo Arana.
Facundo Arana, sobre el drama de salud que atravesó
"Yo tenía 17 años, era muy chico, pero cuando te dan un diagnóstico como ése o pasa algo muy fuerte en tu vida es como si toda tu existencia pasara por un colador. Es sorprendente lo que no queda y es sorprendente lo que queda. De lo que queda vos ya tenés lo mejor, con lo que te vas a nutrir para seguir la aventura de tu vida. Todo eso que queda, es gente que no podés creer que está ahí al pie del cañón", continuó su descargo el protagonista de tiras como Padre Coraje, Muñeca Brava y Vidas Robadas. Y cerró: "Te da una gran enseñanza también. Haciendo ese paralelismo con la montaña, hay una cosa que se dice ‘el hombre perdona a veces, Dios siempre, la montaña no sabe perdonar’".
Arana habló con María Laura Santillán al respecto y continuó: "Pensalo como ‘estoy tratando de que no se me vaya la vida y se me está yendo el pelo, se me está yendo el peso, se me está yendo la fuerza’. A veces se me va la esperanza y todavía tengo que seguir aferrado a la vida. Empiezo a ver que me cuesta, pero sin embargo sigo agarrado a eso. Y ahí está la vieja, el amigo, el apoyo. No tengo de donde agarrarme y de golpe me sostienen. Vos no tenés fuerza para pedir".
"Siempre fui de pedir muy fuerte y rezar muy fuerte. Lo aprendí de chico y siempre me acompañó mucho en momentos donde lo único que podés hacer es rezar. Cuando vivís momentos en que lo único que podés hacer es rezar, sería un gran hipócrita si no creyera en aquello a lo que le recé, porque le recé a Dios con toda mi alma", cerró.