Dolli Irigoyen se enojó con uno de los participantes más carismáticos de Bake Off por sus constantes distracciones mientras cocina. Pese a su impronta de señora grande y bondadosa, la reconocida chef tiene un temperamento fuerte y no teme mostrarlo cuando ve que los participantes del popular certamen de pasteleros no le prestan atención o no le dedican toda su atención a lo que están haciendo.
El lunes pasado comenzó Bake Off por la pantalla de Telefe y cada situación que sucede en el certamen de pasteleros inmediatamente se vuelve tendencia en las redes sociales. Tal fue el caso del enojo que tuvo Dolli Irigoyen en la gala del jueves con Gino Minucci, uno de los participantes más carismáticos de la competencia gracias a su estilo desfachatado y su look de boina que hizo que en las redes lo bautizaran como "el gaucho de Bake Off". Los concursantes fueron separados en dos grupos de siete integrantes y cada uno debía preparar un postre típico de bodegón porteño.
A Gino le tocó hacer un budín de pan y se lo vio bastante desbordado cuando se acercaron Damián Betular y Dolli Irigoyen para ver cómo avanzaba en la preparación. "Echá más caramelo", le ordenó la cocinera tomando una fuente. "Te vas a quemar, Dolli", le advirtió el participante en vano, ya que ahí recibió el primer reproche. "¿Vos creés que yo me puedo quemar?", apuntó segura la reconocida chef mientras Betular lo apuraba diciéndole que era "para hoy".
Mientras Dolli salvaba que el caramelo de Gino no se quemara, que estaba cada vez más perdido, Damián Betular gritaba pidiendo ayuda para el competidor. En ese momento, la cocinera tomó las riendas de la situación y empezó a dar indicaciones para todos lados, además de destrozar a Gino: "¿Sabés qué pasa? Yo te vi. Estuviste tres horas haciendo esa cantidad. ¿Para qué tanta cantidad?". "Esa gorrita te tapa las ideas. Te la vamos a volar", le asestó Dolli la estocada final mientras el joven pastelero no podía contestar de los nervios.
La picante propuesta de Gabriel a Dolli Irigoyen
“Estoy como en el peor momento de la hora pico del taxi en la ciudad de La Plata, en (las calles) 7 y 50. Acá digo ‘si no choco, le paso cerca’. Vinieron todos a ayudarme a acomodarlo”, comenzó el chofer con su "perdón" hacia Dolli después de no poder armar correctamente la mesa y el merengue, arruinando la preparación.
Ya desde el arranque de la preparación del postre, el concursante de 52 años mostró serios problemas para desmoldar correctamente la masa del arrollado, aunque lo peor todavía fue que, además, su merengue salió demasiado mal. “Se desarmó todo... No sé por qué. Dolli, disculpame, después te llevo gratis”, dijo ante la sorpresa de la docente y empresaria gastronómica de 69 años, que se limitó a consolarlo con la breve frase de que “un tropezón no es caída”.