Diego Leuco es uno de los conductores estrella que tiene Luzu TV. Está al frente del programa Antes que nadie, y en el pasado supo ser una de las caras de Telenoche en El Trece. Sin embargo, pocos son los datos que se conocen sobre su vida privada y, en este sentido, decidió hacer una revelación sorprendente. En diálogo con Gastón Pauls, el periodista habló de sus adicciones y dejó en claro el calvario que vivió.
“Tuve una adicción muy grande al entrenamiento, a lo físico, a lo que supuestamente era el bienestar físico. Cuando era más chico, a los 17 o 18 años, tenía exceso de peso, unos 30 kilos más que ahora. Era algo que me molestaba un montón. Tenía la sensación de que todos me miraban. Después, mis amigos del colegio me decían que nada que ver. Era más un mambo mío”, comenzó diciendo Diego Leuco.
En una entrevista con Seres Libres, Diego Leuco reveló su adicción al entrenamiento excesivo para mantener una figura hegemónica: "Empecé a entrenar, a comer diferente. Ya laburaba en los medios y, en la producción en la radio, eran sobre todo programas a la mañana. Llegaban sandwichs que querían que probaras, el de la heladería nueva que mandaba un kilito de helado o el oyente que mandaba chocolates. Estabas ahí, sentado, morfando. Se volvió una especie de adicción medio tóxica. Iba al gimnasio siete días a la semana y entrenaba dos o tres horas por día. Si tenía que comer 60 gramos de algo, lo pesaba con una balanza. Estuve así como un año”.
“Después de todo ese proceso aprendí a relajarme, a comer mejor y a entrenar de una manera más sana. Pero fue la primera vez que sentí que podía perder el control, como que ese algo tomaba decisiones por mí. Soy un poco adicto al laburo, pero aprendí a hacer solo lo que me gusta en el trabajo. Eso, para mí, fue un cambio brutal. Es un cigarrillo más de ansiedad que de nicotina”, agregó Diego Leuco, quien dio detalles sobre su relación actual con el tabaco.
La bronca de Diego Leuco por su relación con el cigarrilo
De acuerdo a lo expresado por Diego Leuco, su vínculo con el cigarrillo comenzó hace muy poco: “Fumo cuando no tengo nada que hacer. Soy fanático de descubrir y todo el tiempo quiero hacer cosas nuevas. Tenía 30 años recién cumplidos y fumaba habanitos socialmente. Conviví cuatro años con mi ex y me mudé de golpe, pasaba muchas horas solo. Y apareció el pucho compañero, ese es el que más me cuesta soltar hoy en día. Si estoy en un embotellamiento y no se mueven los autos, ahí no tengo límite. Es lo que más me jode, porque arranque de grande".