Una concursante de Los Ocho Escalones causó emoción en Guido Kaczka y en todos los presentes en el estudio de televisión al relatar la dura enfermedad que atraviesa su padre. La joven aseguró que destinaría el premio de un millón de pesos, en caso de ganarlo, a los tratamientos que su progenitor necesita para tener una mejor calidad de vida.
Julieta tiene 23 años y anotó a sus padres hace más de un año para que acudan a Los Ochos Escalones del Millón, ya que ambos poseen amplios conocimientos sobre cultura general. "Pero me llamaron a mí. Hice 80% en el cuestionario. Con el millón tendría que hacer un montón de cosas, pero quiero ayudar a mis viejos", enunció la concursante ante la consulta de Kaczka.
"Viene enfermo hace unos años pero en el último año tuvo un segundo ACV que lo dejó mal. Somos mamá y yo en casa para el día a día, o económico. Quisiera darles una mejor vejez", agregó Julieta, quien también contó que es DJ e invertiría parte del dinero ganado en adquirir el equipamiento necesario para proyectar su labor a un nivel más profesional. "Todos los equipos son muy caros. Quiero empezar a aprender producción, hacer mi música", señaló.
Guido le preguntó a la joven si tenía hermanos, intrigado por la dedicación que notó por parte de ella hacia sus padres. "Sí, tres. Pasa que ellos tiene todos más de 40 años, yo nací después, mamá quería una compañero o compañero para la vejez y, bueno, me tuvieron a mí. Yo vivo con ellos", explicó Julieta. Y cerró: "Estamos los cuatro, pero en el día a día estoy yo".
Guido Kaczka sobre su infancia siendo famoso
El conductor de televisión comenzó su carrera como actor a sus 6 años y nunca paró de trabajar, por lo que creció con exposición y con la responsabilidad del trabajo que ninguno de sus compañeros de escuela tenía. "Siempre fui un poco así. Siempre fui grande y siempre me gustó la gente grande. Me gustan las cosas de los grandes. De hecho, mis amigos me han cargado con eso. Incluso en la radio también me joroban con eso. Tengo una cosa de respeto y de admiración por la gente mayor", soltó Kaczka en diálogo con Clarín. Y cerró: "Cuando estaba en primaria, muchas veces me iba a la oficina del director, que se llamaba Nigro, y me sentaba a tomar un café con leche con él".