La muerte del querido actor de cine, teatro y televisión Arturo Bonín, quien partió a sus 78 años, conmueve a la cultura argentina. El esposo de la también actriz Susana Cart tuvo una carrera intachable de éxitos entre los que destaca Yo fui testigo, un valioso (y muy curioso) programa que condujo entre1986 y 1989, y que combinaba el periodismo y la ficción.
Durante la década de 1980, Bonín era un reconocido galán de telenovelas y el desafío de ponerlo en la conducción de un programa de corte periodístico significó una apuesta mayor que terminó siendo un éxito incuestionable. El formato que proponía Yo fui testigo -con el actor presentando y relatando- seguía la historia de un acontecimiento real o un personaje de la historia argentina, con testimonios y ficción. Los guiones estaban a cargo de Ricardo Halac y Juan Carlos Cernadas y años después fueron publicados por la Editorial Perfil.
Bonín pasó de ser un galán a un símbolo importantísimo del programa que se emitió primero en Canal 13, durante el 1986 (período en que la señal pertenecía al Estado). Por reclamos del comisario Margaride, el almirante Isaac Francisco Rojas, el diputado Juan Labaké y el general Juan Carlos Onganía, Yo fui testigo fue levantado y no renovaron contratos para nuevo capítulos. Más tarde, pasaría a transmitirse en el Canal 2 de La Plata desde 1987 hasta 1989
Algunos de los episodios fueron en torno a casos policiales emblemáticos, hechos históricos y personalidades de la cultura popular y la política. El Caso Schoklender, la epidemia de Poliomielitis de 1956 en Argentina y figuras como "El Che" Guevara, López Rega, Eva Perón y José María Gatica fueron retratados por intérpretes y jugosos testimonios.
Así fue la despedida de Arturo Bonín en televisión
El último trabajo en televisión del respetado actor Arturo Bonín fue en la tira diaria de Polka -emitida por El Trece- La 1-5/18, donde interpretó a Ciro, un antagonista que atentaba contra la cotidianeidad en la Iglesia del Padre Lorenzo. En la serie, Ciro es el tío de Lorenzo (Esteban Lamothe) y Coty, y un hombre que ocupa un lugar de respeto dentro de la Iglesia.
En varias ocasiones, el personaje manifestó que su sobrino no debería trabajar en un barrio popular y tiene diferencias muy grandes con él sobre el sacerdocio y la religión. La visión tan conservadora de Ciro fue un arco que explotaron durante varios capítulos de la ficción, como por ejemplo en el que se casan Coca (Romina Escobar) y Tato. Coca es una mujer trans que lucha porque la Iglesia, institución en la que se siente representada, no la discrimine.