La noche de los Premios Martín Fierro de Cable fue emotiva para Chiche Gelblung al ser uno de los primeros ganador de la gala. Sin embargo, el periodista también se llevó un susto al caerse en la entrada del Luna Park. Las cámaras que estaban en la alfombra roja captaron el momento en el que el conductor, que ganó por su ciclo 70.20.20, se tropezó cerca de los carriles de la bicisenda.
Rápidamente fue asistido por su esposa y quienes estaban cerca y, de buen humor, posó para las cámaras cuando todavía tenía sangre en los labios. Una caída a la que el periodista le restó importancia luego de llevarse un galardón.
Acostumbrado a caerse y levantarse en tantos años con la profesión, el panelista de Polémica en el bar no tardó en incorporarse. Después de algunos retoques estéticos, el periodista estaba listo para volver a la fiesta y sentarse a la mesa en la que lo esperaban algunos compañeros de tantos estos años y ocasional competidor, como Rolando Graña.
Chiche Gelblung se quedó con el premio Martín Fierro al mejor programa periodístico
Su 70-20-20 (Crónica HD) competía con GPS (A24), A dos voces (TN), Minuto Uno (C5N) y Odisea Argentina (LN+). Y enseguida, sin demasiado preámbulo, el Pollo anunció ese nombre que quería escuchar. “Es muy difícil romper el hielo con esto, gracias APTRA por esta nominación y este premio”, agradeció Gelblung luego de recibir el premio de manos de Guillermo Blanc y en compañía de su coconductora, Mercedes Cordero.
En sus palabras, el periodista nombró en primer término a Crónica HD “que apostó a un programa que nació en Canal 13 hace 14 años y que sigue vigente”, destacó. Luego se refirió a sus compañeros, en la parte más emotiva de su discurso: “Gracias a todos los que colaboraron, hoy algunos ya no están, como Guille Greco al que le mandamos en el cielo un abrazo”, señaló.
Chiche siguió con sus palabras, mientras la emoción iba brotando en su rostro: “A todos los que han hecho esto, la familia que siempre aguanta todo esto que es muy difícil. Pero este premio es un gran abrazo de todo el mundo. Gracias a todos. Muchas gracias”, agregó el periodista, que llegó al final de su discurso con los ojos llenos de lágrimas y con algunos resabios del accidente todavía visibles en su boca. Sí, aquel tropezón que le había dado la bienvenida en su llegada al Luna Park, y que a esa altura, era una anécdota más para nutrir su amplia trayectoria en la profesión.