A pesar del escandaloso despido de Érica Rivas en la versión teatral de "Casados con Hijos", no todo fue guerra entre los personajes de la sitcom. Buena parte del éxito se debió a la buena química entre Guilermo Francella y Rivas, Pepe y María Elena, quienes se sacaron chispas en la pantalla chica componiendo a los personajes más logrados. Las bromas de uno, las retrucaba el otro. Esta modalidad de "conflictos" serializados cual "Tom & Jerry", abarcó la totalidad de los episodios excepto en una sola ocasión: el gran final. Allí, ambos protagonizaron una de las mejores escenas de la tira, emotiva y bien guionada. Recordamos el día que se cerró la grieta entre Pepe y María Elena.
En el capítulo número 75 de la segunda temporada y en el 212 de la serie entera, la adaptación argentina de "Casados con Hijos" llegó a su fin. En el final, Dardo y María Elena Fuseneco salen sorteados para ir a trabajar a un banco de París, Francia. Cuando la noticia es comunicada a sus vecinos, Los Argento, la incredulidad inicial se transforma en emoción por la inminente despedida.
Los últimos diez minutos del episodio quizás sean los mejores de "Casados con Hijos". En ese "cachito" Pepe Argento (Guillermo Francella) llora a escondidas por la partida de los Fuseneco, hasta que es descubierto por María Elena (Érica Rivas) y se da la secuencia más emotiva del show, "De chico me encantaban las historietas de Batman. Me llamaba mucho la atención como se peleaba con sus enemigos, había pasión en sus peleas. Con el tiempo me di cuenta de que, a pesar de ser muy diferentes, se necesitaban el uno al otro", arranca Pepe, mirando a los ojos a María Elena y visiblemente conmovido.
"Lo que quiero decirte es que te voy a extrañar mucho María Elena", cierra. Luego, se produce el esperado abrazo entre los dos rivales, mientras la problemática vecina de Argento llora. El final de "Casados con Hijos" tuvo un excelente promedio de 29,2 puntos de raiting, posicionándose como lo más visto en la noche del 28 de diciembre de 2006.