Una figura de cine y televisión, de pasado en El Trece y Telefe, relató una insólita experiencia que vivió como consecuencia de una exigencia actoral en relación a su imagen. Se trata de Marco Antonio Caponi, quien contó que debió engordar para personificar al cantante Sandro y luego el tema se le fue de las manos.
"Me tocó hacer la vida de un adicto al tabaco. No sabés lo que fumaba para eso. Muchas veces me iba a mi casa con mucha sensación de descompostura. Empecé a engordar para parecerme, pero no lo hice responsablemente. Empecé con las hamburguesas, la cerveza. Es fácil engordar, el tema es que adelgazar no es tan fácil", comenzó su descargo el actor en PH, Podemos Hablar, programa conducido por Andy Kusnetzoff.
Caponi le puso humor a la situación y comentó que después de interpretar a dicho personaje, cuando su pareja Mónica Antonópulos quedó embarazada, el proceso se repitió. "Uno también empieza a engordar a la par, iba a la par de ella. Tengo una foto donde estamos los dos vestidos iguales, los dos con una panza... mimetizados. Nació Valentino y yo continué. Llegué a pesar 117 kilos. Me trajo varios problemas, estoy con la rodilla lastimada", agregó el actor y aseguró que su peso siempre había sido de 85 kilos, por lo que su organismo tuvo algunas afecciones durante dicho proceso.
El duro relato de Adabel Guerrero en PH, Podemos Hablar
Marco Antonio Caponi estuvo como invitado en PH junto con Noe Antonelli, Adrián Cormillot, Nahuel Penissi y Adabel Guerrero. Esta última contó su fuerte historia de infancia y adolescencia con su madre alcohólica: "En cada internación de mi mamá, nosotros (NdeR: ella y su hermano) íbamos a parar a que la desintoxiquen. De hecho, me acuerdo de haberla ido a ver a un psiquiátrico y que la tengan atada. Un alcohólico tampoco es lo mismo que una persona que anda deambulando, viendo cosas y sin embargo yo me preguntaba por qué mi mamá estaba ahí".
"La escuela de danza en la que estudié por diez años era como llegar a mi casa, mi contención, mis amigos, los profes. Todos me protegían y me contenían", continiuó su descargo la ex participante de Bailando por un Sueño. Y se refirió a su enojo con su padre abandónico al que se acercó de grande: "Ahora no le hablo porque no es capaz que ir a visitar a su nieta una vez cada quince días. Estoy muy cansada, enojada. Me escribió un par de veces y no le contesto porque no quiero contestarle 'andate a la mierda'".