Pasó la primera prueba técnica en Bake Off Argentina y un pionono de merengue frustró a algunos participantes que no cumplieron las expectativas del jurado. Al momento de la degustación, Ximena fue una de las más perjudicadas y, furiosa, amenazó con abandonar el reality de Telefe. "Me tomo el palo", sentenció.
Usando una receta de la experimentada Dolli Irigoyen, los 14 pasteleros tuvieron que preparar un difícil postre: un arrollado de merengue (con tres tipos de merengue) con pastelera y frutillas. Con los ingredientes en la mesa, un tiempo acotado y la presión de saber que Dolli los juzgaría encendieron las hornallas para cautivarla. No todos lo lograron aunque, en general, hubo buen nivel de postres.
Durante una hora y 45 minutos todos trataron de seguir la receta al pie de la letra para no equivocarse pero hubo grandes desastrres, el más significativo fue el de Gabriel (el taxista que sueña con tener una casa de té). Eso quedó en evidencia cuando Pamela Villar, Damián Betular y Dolli Irigoyen tuvieron que comer y evaluar los platos. Puntuados del 1 al 14 (el 14 es el peor) los participantes tuvieron una devolución constructiva para aprender de sus errores. Pero Ximena estalló de ira al saberse en el puesto 12. La estudiante de instrumentación quirúrgica únicamente atinó a admitir ante el jurado: “Cuando lo saqué del horno el merengue estaba bien seco y crocante, no noté ese líquido que se ve ahora, puede haber sido la frutilla”.
Fuera de cámara, Ximena explotó contra sus compañeros y lanzó una fulminante advertencia a los responsables del programa: “La verdad es que me hubiera encantado probar el de todos mis compañeros a ver si realmente el mío tenía que estar en el puesto 12”. Y, polémica, redobló la apuesta con un indignado comentario: “Yo creo que estaba bien, estaba correcto, estaba riquísimo. No entiendo, la verdad no entiendo. Yo me quiero tomar el palo, está clarísimo, se me re nota”.