Bake Off 2021 tuvo un exitoso comienzo en la pantalla de Telefe y debutó con un gran nuevo jurado compuesto por Damián Betular, Pamela Villar y Dolli Irigoyen tras el inesperado rechazo de Christophe Krywonis a volver con sus ex compañeros. A pesar que ya no trabajan juntos en la competencia de pastelería, el reconocido chef francés es muy amigo de sus colegas, por lo que le envió un tierno mensaje de buenos deseos.
En diálogo con Juan Etchegoyen en un Mitre Live, fue Pamela Villar quien reveló el gran vínculo que mantiene con el cocinero francés: “De hecho hablamos siempre y me mandó felicitaciones. Yo le agradecí, por supuesto. Se extraña pero él inicia otro camino”.
“Christophe me escribió, hablamos muy seguido y tenemos pendiente una almuerzo porque estuvo grabando, viajando y con trabajo. Pero me escribió antes del estreno para felicitarme”, agregó sobre la relación amistosa que mantienen.
En ese sentido, la jurado también se refirió a la supuesta pica entre Dolli y Damián: “Vos sabes que leí eso y no lo puedo creer. No sé de dónde sacan esas cosas. No existe para nada ninguna rivalidad y competencia. Cada uno tiene su rol. Los tres somos diferentes. Tenemos diferencias de edad. Eso suma al programa pero no hay rivalidad para nada. Tiran a ver si alguno se prende pero no existe”.
Gabriel le hizo una picante propuesta a Dolli Irigoyen
Un nuevo episodio de Bake Off 2021 (Telefe) dejó una curiosa invitación de Gabriel Amato, uno de los participantes, para la jurado Dolli Irigoyen. El conductor de Berisso no pudo armar correctamente la masa y el merengue y entonces, después de haber arruinado el famoso arrollado con merengue, se disculpó a su manera e hizo reír a todos los presentes en el reality de cocina.
“Estoy como en el peor momento de la hora pico del taxi en la ciudad de La Plata, en (las calles) 7 y 50. Acá digo ‘si no choco, le paso cerca’. Vinieron todos a ayudarme a acomodarlo”, comenzó el chofer con su "perdón" hacia ella.
Ya desde el arranque de la preparación del postre, el concursante de 52 años mostró serios problemas para desmoldar correctamente la masa del arrollado, aunque lo peor todavía fue que, además, su merengue salió demasiado mal. “Se desarmó todo... No sé por qué. Dolli, disculpame, después te llevo gratis”, dijo ante la sorpresa de la docente y empresaria gastronómica de 69 años, que se limitó a consolarlo con la breve frase de que “un tropezón no es caída”.