Alejandro Fantino reapareció en su programa de América TV para ponerse al frente del ciclo matutino y despedir a su padre desde el lugar en donde protagoniza gran parte de sus días. Y lo hizo con un mensaje realmente emotivo, cargado de recuerdos y anécdotas que quedarán por siempre junto a él.
“Antes de ayer –por el martes– se fue mi viejo, Jorge. Tenía algunas cositas para contarles y compartirles, esta vida vivida con mi viejo. Porque como dice Borges, ‘la muerte es una vida vivida’”, comenzó diciendo el conductor.
A su vez, Fantino detalló cómo transita estas horas tras una pérdida tan importante: “Mi viejo se fue con mucha paz, fue un tipo muy macanudo. Mucha gente me escribió y me pregunta ‘¿cómo estás?’. Parece raro que ahora no tengo un sentimiento de dolor y lo normal sería que yo esté en un mar de lágrimas. Por supuesto que estoy absolutamente destrozado, triste y roto por dentro, pero no puedo no sopesar lo que yo viví con él, la vida hermosa que tuvimos”.
“Mi viejo vivió 76 años como un duque, vivió feliz. Toda la vida hizo lo que quiso. Uno es lo que hicieron con uno. Yo no estudié periodismo, estudié charla con las charlas que él me enseñó a tener. Esas charlas mientras cosechábamos, pescábamos o tomábamos mate en el río. Se desataban charlas que no sabíamos dónde terminaban”, añadió Alejandro, quien también despidió a Jorge mediante un emocionante posteo de Instagram.
“En un momento mi viejo estaba mal y de a poquito empieza a levantar. Y ni bien levantó creyó que ya podía jugar en primera de nuevo y manoteó tres litros de vino. Fue lo primero que hizo, así vivió mi viejo toda la vida”, sentenció Fantino, contando cómo era la personalidad de quien llegó al final de su vida a los 77 años.
Por otra parte, el líder de Fantino a la tarde enfatizó: “Mi viejo me hizo hacer de hermanos que yo nunca tuve en la vida. Yo lo lloro, lo he llorado y lo voy a llorar y no puedo no homenajearlo. Hoy por la pandemia no se lo puede velar ni despedir, y a mí no me gusta ni usar mi fama o el poder para conseguir cosas que otros no pueden. Mi vieja quedó en San Francisco y no pudo venir. Pero cuando todo esto pase, vamos a hacer con mis amigos y los amigos de mi viejo una comida juntos, guitarrearemos y brindaremos. Y es una manera de tenerlo presente”.