El gran premio de la cocina es uno de los programas más exitosos que tiene El Trece en su grilla diaria. Su secreto es la combinación de la competencia culinaria con un ambiente entretenido y relajado. Hasta ahora.
Este último punto está en riesgo por la tensa relación que manifiestan al aire la conductora Carina Zampini y el jurado más histriónico, Mauricio Asta. Sus devoluciones terminan planteando dudas entre los participantes por su cantidad de detalles y esto molesta a quien preside el ciclo.
En el programa de este martes, el jurado tenía que evaluar el plato de Gustavo y terminó mareando a todos al explicar cómo estaban hechas unas cebollas caramelizadas. “Confitadas, pero acá es con el azúcar de las cebollas. Porque es muy poquita azúcar. Manteca, agua, y se pudieron dorar, y este dorado no es por la confitura que dije yo por el agregado de azúcar, sino que es propio de la cebolla. Con lo cual, las probás y tienen el sabor a cebolla, no está dulce, agregado por aceto o algo así. La ensalada es cumplidora, no me mata. Muy buen plato, te felicito”, cerró Asta, mientras Carina Zampini se reía.
“¡Action, mami! Y bueno, estuve bien, y un poquito algo no me gustó. Se lo podría haber dejado pasar”, se defendió el jurado, quien ya veía el reto que le estaba por llegar. “Me perdí, Mauri. Mirá que yo te juro que los sigo y entiendo y aprendo con ustedes un montón. En un momento me perdí, no sé”, le contestó Carina.
“¿Qué habrá pasado en casa, entonces? Porque si vos te perdiste…”, dijo el pastelero, provocando la risa de todos. “No, me hablás de la cebolla, confitada, caramelizada, con azúcar, qué sé yo. Y al final trajo la cebolla correcta, la cebolla estaba bien”, le dijo la conductora.
El dilema con la consigna
“¿Sabés qué pasa? Que cuando di la consigna en un comienzo, yo dije ‘Cebollas caramelizadas mis amores’. Y la consigna estuvo mal, porque después les dijimos que eran confitadas. Tal vez la gente en casa no sabe que tuvimos una ‘rectification’, y les dijimos ‘Che, son glaseadas’”, aclaró Asta.
Zampini lo frenó, mientras seguía tentada por la situación: “Si seguís hablando, me voy a perder cada vez más, Mauri, en serio”. “Entonces me callo (toca el timbre de la conductora). Ça suffit, Violet”, le respondió Mauricio en una mezcla de francés con inglés.
“Ya dijo confitadas, caramelizadas, ahora… glaseadas”, insistió Carina con el mareo que le había provocado la devolución. “Ahumadas también, qué bueno sería”, insistió provocador el jurado. “La próxima vez que me tocás el timbre, vamos a tener un problema”, terminó hablando en serio Carina.