Un hombre fue condenado a pagar una indemnización de 3.000 euros por suplantar la identidad de otra persona en la famosa aplicación de citas, Tinder. La Audiencia Provincial de Logroño (España) confirmó la sentencia del Juzgado de Primera Instancia número 6 de Logroño, que lo encontró culpable de intromisión ilegítima al honor, intimidad y propia imagen de la víctima.
El acusado argumentó que la indemnización era desproporcionada, pero la Audiencia determinó que la cantidad era adecuada para compensar los daños ocasionados. El hombre utilizó el nombre y la fotografía de la víctima en su perfil de Tinder, lo cual llevó a que al menos 40 personas pensaran que estaban interactuando con esa persona.
Además, esta suplantación de identidad tuvo un impacto negativo en la vida laboral y personal de la víctima, generando problemas de salud y afectando su relación de pareja. “Estuvo muy nervioso, con bastante estrés, y le generó un problema de salud, una dermatitis en la zona perianal”, a lo que se le sumó problemas que debilitaron su relación íntima y personal con su pareja. Estaba muy preocupado por solucionarlo, ya que en ese momento era profesor y no sabía hasta dónde había llegado la situación", sostuvo su pareja, que fue testigo en el juicio.
El condenado también alegó que la demanda fue parcialmente estimada, pero la corte rechazó sus argumentos y le impuso las costas del juicio.
Tinder recibió la peor noticia: qué pasó con la aplicación
El negocio de Tinder está empezando a decaer: disminuyen el número de usuarios pagos y sus ingresos se estancan. Según datos de la empresa recogidos por Business of Apps, la aplicación perdió la barrera de los 10 millones de suscriptores y actualmente roza los 500 millones de dólares trimestrales en ingresos. Aunque en su mejor momento superó los 11 millones de usuarios de pago, estos números disminuyeron en los últimos años.
Tinder, que es especialmente popular entre los menores de 25 años, va perdiendo popularidad a medida que las personas cumplen años y buscan relaciones más estables. A partir de los 35 años, el abanico de opciones de este tipo de aplicaciones se amplía y la competencia se diversifica. Sin embargo, es importante destacar que Match Group, la empresa matriz de Tinder, controla la gran mayoría de las aplicaciones para ligar en el mercado, como Bumble y eHarmony.
A pesar de la feroz competencia en el mercado de las aplicaciones de citas, Tinder no evolucionó tanto en términos de funciones y experiencia de usuario. Sin embargo, todavía tiene margen para remontar y tiene la posibilidad de utilizar estrategias de marketing y mejoras en la aplicación para atraer a más usuarios. En un contexto en el que los estudios indican un desinterés por el amor romántico y las relaciones sexuales, especialmente entre la generación Z, Tinder puede jugar un papel importante para cambiar esa tendencia. Aunque existen diferentes factores que podrían influir en este desinterés, como la ansiedad, el consumo de antidepresivos o la edad dorada del porno, Tinder sigue siendo una aplicación que definió los estándares relacionales hace más de una década.
Es importante destacar que estas son solo algunas de las aplicaciones de Match Group, que cuenta con un total de 12 aplicaciones y marcas diferentes que se enfocan en distintos aspectos de las relaciones y adaptan su propuesta a las necesidades de cada comunidad.
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