La búsqueda del submarino Titán, desaparecido desde el domingo, está en un momento crítico debido a que el oxígeno para la tripulación se habría terminado. La nave se dirigía a la zona en donde se encuentran los restos del Titanic, frente a la costa canadiense de Terranova (Canadá), en el océano Atlántico. El sumergible contaba una reserva de oxígeno de 96 horas y que se habría acabado a las 8.08 de esta mañana, de acuerdo con las estimaciones oficiales.
Este jueves se intensificó el operativo del rescate y ya son cinco barcos dotados con sonares y equipos de alta tecnología los que forman parte del operativo, a los que estaba previsto que se sumen otros cinco, para peinar una superficie de unos 20.000 kilómetros cuadrados, y a una profundidad de casi cuatro kilómetros. Mientras, desde el aire, varios aviones surcan el cielo en busca de cualquier rastro del sumergible.
En las últimas horas, también salió a la luz el el estremecedor documento que debieron firmar los pasajeros antes de abordar la nave y sumergirse en el mar. "Este buque experimental no ha sido aprobado ni certificado por ningún organismo regulador y podría provocar lesiones físicas, traumas emocionales o la muerte", dice el formulario de la empresa Oceangate Expeditions.
Además de los 250.000 dólares que tuvo que pagar cada tripulante para ser parte de la expedición, la compañía exige la firma del mencionado documento para desligarse de las responsabilidades ante un eventual accidente, según consignó Daily Mail. "Firmas un descargo de responsabilidad que enumera una tras otra las formas en que podrías morir en el viaje. Mencionan la muerte tres veces en la primera página, así que nunca te lo quitas de la cabeza", contó Mike Reiss, un guionista de televisión que hizo el viaje el año pasado.
La tripulación del submarino Titán está conformada por cinco integrantes: Stockton Rush, CEO de de OceanGate Expeditions. la compañía operadora de la nave: Hamish Harding, un piloto, y explorador británico que tiene una empresa de jets privados; Shahzada Dawood, un empresario británico con raíces pakistaníes que maneja el fideicomisario para el instituto SETI, y su hijo, Suleman Dawood; y Paul-Henry Nargeolet, piloto del submarino al que apodan Sr. Titanic por pasar largos periodos de tiempo en el naufragio, superando a cualquier otro explorador.
Los estremecedores relatos de los pasajeros que participaron de la expedición del submarino Titán
David Pogue, un pasajero que realizó un viaje con la empresa que opera el submarino desaparecido, reveló que las naves son "asombrosamente básicos" y que, por dentro, "varias piezas parecían improvisadas", al punto de comparar el piloto de la nave con un "controlador de videojuegos". Pogue, corresponsal de la CBS que escribió un relato sobre su viaje en 2022, subrayó que "sería imposible escapar sin ayuda".
En ese sentido, explicó al programa The Context que la nave tiene siete funciones diferentes para permitirle volver a la superficie y que es "realmente preocupante" que ninguna de ellas haya funcionado hasta el momento. Aunque remarcó que esos mecanismo son obsoletos si está atrapado o se produjo una fuga. "No hay respaldo, no hay cápsula de escape", agregó.
Por su parte, Mike Reiss, guionista de comedias televisivas que trabajó en Los Simpson y participó de la expedición el año pasado, reconoció que no es "optimista" sobre el desenlace. "Conozco la logística y sé lo vasto que es el océano y lo diminuta que es esta nave", sostuvo, en diálogo con BBC, y agregó: "Si está en el fondo, no sé cómo alguien va a ser capaz de acceder a ella, y mucho menos traerla de vuelta".
Reiss también remarcó que todo el mundo es consciente de los riesgos antes de subir: "Firmás un descargo de responsabilidad que enumera una tras otra las formas en que podrías morir en el viaje. Mencionan la muerte tres veces en la primera página, así que nunca te lo quitas de la cabeza".
"Cuando estaba entrando en el submarino mi pensamiento fue que esto podría ser el final”, indicó y añadió: "Así que a nadie que esté en esta situación ha llegado desprevenido. Todos saben en lo que se están metiendo. Es realmente exploración. No son vacaciones. No es una búsqueda de emociones, no es paracaidismo. Son exploradores y viajeros que quieren ver algo".