Un francés metió una bomba en su recto, terminó en urgencias y tuvo un final inesperado

Alertas a la detonación, el equipo de profesionales médicos debió extraer el proyectil de 20 centímetros del recto atascado. 

22 de diciembre, 2022 | 17.36

Un hombre de 88 años ingresó a un hospital en Francia con una bomba de la Primera Guerra Mundial metida en el recto y provocó un momento de tensión en el establecimiento, que tuvo que ser evacuado por precaución. Los más de 20 centímetros de artillería pesada habían sido introducidos por placer sexual y fueron objeto de una complicada intervención quirúrgica.

El anciano ingresó al Hospital Sainte Musse de Tolón con el proyectil clavado en el recto y le pidió a los médicos ayuda para que se lo saquen. La tarea alertó al equipo de profesionales y el establecimiento debió ser evacuado ante un posible estallido de la bomba. Por ello, los médicos llamaron a especialistas en desactivación de bombas de la Policía francesa y con preocupación iniciaron la difícil operación para liberar la zona. 

"Se produjo una emergencia que requirió la intervención de personal de desactivación de explosivos, la evacuación de urgencias pediátricas y de adultos, así como el desvío de urgencias entrantes", comunicó un portavoz del hospital en un comunicado que se viralizó en medios de todo el mundo. Incisión mediante, la bomba pudo ser extraída del recto y el vocero explicó que el anciano se estaba "recuperando bien" y "en buen estado de salud". 

La extraña condición de un hombre que es alérgico a su semen

Salió a la luz el extraño caso de un joven estadounidense de 27 años que es alérgico a su semen y padece una extraña condición: el síndrome posorgásmico. De qué se trata esta preocupante enfermedad que le impide tener una vida sexual placentera.

El síndrome posorgásmico obligó al joven a abstenerse de tener relaciones sexuales durante nueve años dados los fuertes síntomas que no cesan cada vez que eyacula: congestión nasal, dolores musculares y un malestar similar a la gripe que puede extenderse durante una semana. Además, llegó a tener inflamaciones en la piel y las glándulas linfáticas de su cara y cuello a medida que se acercaba al clímax sexual.

“Debido a la naturaleza angustiosa de sus síntomas, evitó activamente cualquier actividad sexual o relaciones románticas”, indicaron en un estudio de la revista Urology Case Reports que se viralizó, asegurando que a pesar de las múltiples pruebas de especialistas médicos no hubo, hasta ahora, resultados positivos. No todas son malas noticias, pues también se realizó un esperanzador descubrimiento: los antihistamínicos como la fexofenadina tiene una acción prolongada y logran reducir los síntomas del paciente en un 90%, permitiendo que pueda tener relaciones sexuales con baja tasa de riesgos.

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