La salmonella es una enfermedad causada por la bacteria salmonella que afecta en los intestinos, tanto de humanos como de animales. Es una enfermedad bastante común y que, muchas veces, puede pasar desapercibida en casos leves, cuando los pacientes no piden atención médica.
Además, las comidas infectadas por salmonella no presentan cambios en su sabor y olor, por lo que resulta imposible saberlo a simple vista. Las personas más propensas a contraerla son los menores de 5 años y los mayores de 65, debido a que su sistema inmunológico está más debilitado.
Tener enfermedades previas, como cáncer, diabetes o enfermedades en los riñones e hígado también representa un factor de riesgo más alto para la salmonella. Aunque no siempre es una infección grave, algunos casos sí pueden serlo y requerir hospitalización, por lo que es importante estar atento a los síntomas. En este caso, es importante recurrir a urgencias lo antes posible, especialmente si hay síntomas de deshidratación o fiebre muy alta.
Síntomas de la salmonella leve
- Fiebre
- Diarrea
- Vómitos
- Dolor estomacal
- Malestar y dolor muscular
Síntomas de la salmonella grave
- Fiebre superior a 38°
- Diarrea durante más de 3 días o con sangre
- Vómitos incluso cuando el paciente ingiere agua
- Síntomas de deshidratación, como boca seca y mareos
¿Cómo se contagia la salmonella?
En el caso de los humanos, la salmonella puede contagiarse de manera directa o por contaminación cruzada, ya sea dentro de un hogar, a través de alimentos o de agua contaminada.
Los alimentos más comunes a través de los que se puede transmitir la salmonella son carnes congeladas, cerdo, pollo, atún, huevos, alimentos procesados, entre muchos otros. Esto ocurre cuando no están cocidos o lavados correctamente, o bien cuando se produce la contaminación cruzada entre diferentes alimentos. Sin embargo, la salmonella también puede transmitirse por el medioambiente, entre otras personas, entre animales, por agua contaminada y hasta en granjas y zoológicos.
¿Cómo prevenir la salmonella?
Para prevenir la salmonella, es importante lavar correctamente las frutas y verduras, los utensilios y demás elementos de cocina, usar una tabla de cortar diferente para la carne y la verdura y mantener la cocina desinfectada correctamente. Importante: no lavar carnes y huevos ya que es contraproducente y propaga todavía más la producción de bacterias.
Al guardarlas en la heladera o freezer, también es necesario asegurarse de que se almacenen en sectores separados. Tampoco se deben colocar alimentos cocidos sobre superficies en donde estuvieron carnes o huevos crudos, nunca dejar alimentos perecederos fuera de la heladera durante más de dos horas y asegurarse de ingerir carnes que estén completamente cocidas.