Qué significa que te duela la cabeza antes de irte a dormir, según la ciencia

Un doctor especialista en sueño reveló las consecuencias de tener dolores de cabeza por la noche.

09 de octubre, 2024 | 20.17

El dolor de cabeza nocturno, previo a irse a dormir, es un síntoma muy común que atraviesan muchas personas. Una de las causas principales, que la mayoría de la gente cree, se trata de la misma falta de sueño la que produce la cefalea. Sin embargo, especialistas aseguran que esto puede estar relacionado a problemas de salud más graves.

Diego García-Borreguero, director del Instituto del Sueño, asegura que la cefalea puede ser un signo o un síntoma de una hemorragia subaracnoidea o de un ataque de glaucoma, esto último suele ocurrir durante la noche o a las primeras horas de la madrugada. 

El dolor de cabeza nocturno puede significar, en su caso más grave, una hemorragia subaracnoidea o un ataque de glaucoma.

La hemorragia subaracnoidea suele manifestarse cuando un vaso sanguíneo inflamado en el cerebro se revienta (aneurisma). Si esto no se trata inmediatamente, puede provocar daños permanentes en el cerebro o incluso la muerte. Su síntoma principal es un dolor de cabeza intenso y repentino.

Por otro lado, un ataque de glaucoma ocurre cuando el líquido del nervio óptico se bloquea súbitamente y no puede salir del ojo. Esto provoca una elevación rápida e intensa en la presión. Y los especialistas aseguran que hay que tener especial cuidado con las gotas para dilatar los ojos, ya que cuando se usan en exceso pueden desencadenar un ataque agudo de glaucoma. De igual manera, siempre es recomendable acudir al médico en caso de que los dolores de cabeza sean muy recurrentes o intensos.

¿Por qué se me duermen las manos al dormir?

Es común despertarse en medio de la noche con una sensación de hormigueo o adormecimiento en las manos, una experiencia incómoda que todos hemos vivido alguna vez. Esta sensación, que suele ir acompañada de una pérdida temporal de sensibilidad o movimiento, puede deberse a diferentes factores

Este adormecimiento se da principalmente durante el sueño y suele desaparecer al moverse o cambiar de posición. Aunque en la mayoría de los casos no representa un problema grave, puede generar preocupación, sobre todo si ocurre de manera frecuente o se acompaña de dolor o pérdida de fuerza en las manos.

Las manos se duermen al dormir principalmente por una presión prolongada en los nervios que recorren los brazos y manos. Esta presión se genera al mantener una posición incómoda o inadecuada durante el sueño, lo que restringe el flujo sanguíneo o comprime los nervios.

Además, condiciones como el síndrome del túnel carpiano, que afecta al nervio mediano, pueden aumentar la frecuencia de esta sensación. Otras causas incluyen problemas circulatorios, deficiencias de vitaminas o incluso trastornos nerviosos.

¿Qué hacer si se duermen las manos?

Si el adormecimiento de las manos ocurre ocasionalmente y se debe a una mala postura al dormir, hay varias medidas que podés tomar para aliviar los síntomas y evitar que se repitan. Ahora bien, si el problema persiste, lo más recomendable es que acudas a médico clínico para que te realice los análisis pertinentes. A continuación te compartimos algunos tips:

  • Cambiar de postura al dormir: intentá evitar dormir con las manos o brazos debajo del cuerpo o en posiciones que ejerzan presión en los nervios. Dormir boca arriba con los brazos estirados a los costados puede ser una opción más cómoda.
  • Usar una férula para las muñecas: si el problema está relacionado con el túnel carpiano, el uso de una férula que mantenga las muñecas en una posición neutra puede reducir la compresión del nervio mediano durante la noche.
  • Hacer ejercicios de estiramiento: realizar estiramientos suaves de los brazos, muñecas y dedos antes de dormir puede ayudar a mejorar la circulación y reducir la presión en los nervios.
  • Elevar los brazos: si sentís adormecimiento al despertar, podés intentar elevar los brazos para que el flujo sanguíneo regrese a las manos más rápidamente.
  • Ajustar la almohada: usar una almohada que brinde soporte adecuado al cuello y la espalda también puede prevenir posturas que provoquen presión sobre los nervios.