Si tenés un perro de mascota, te costará bastante imaginar esta posible circunstancia, pero no hay que olvidar que un perro, en un momento dado, puede morder. Tanto si es tu propio perro, como si se trata de alguno que conocés o de uno callejero. Un mordisco, que provoque una herida evidente (los dientes atraviesan la piel), siempre requiere la debida atención.
Por supuesto hay mordeduras, especialmente si provocan una herida con desgarro y sangrado, ante las que no existe la menor duda de la necesidad de acudir urgentemente a un hospital. El que puede hacernos dudar, es ese mordisco, en apariencia no demasiado grave, pero que se aprecia claramente en la piel, en forma de rasguños o dientes clavados superficialmente.
Qué hacer ante una mordedura de un perro
Cualquier mordedura, incluso la de caracter leve, debe ser lavaba inmediatamente y a conciencia, con agua y jabón, para intentar evitar la trasmisión de cualquier enfermedad a través de los microorganismos que contienen la boca y la saliva del animal. Un rápido y eficaz lavado es una medida simple que puede evitar múltiples complicaciones. Si no existe sangrado evidente, la lesión no debe cubrirse con gasas o paños, porque taparla favorecería la proliferación de las bacterias.
Evitar una infección
Frente a una mordedura leve, ante la duda, o si pasadas las primeras horas, observás algún síntoma preocupante como inflamación, secreciones, décimas de fiebre… hay que acudir a un hospital para que el médico determine la necesidad de algún tratamiento. Si se trata de un niño, por prevención, llevarlo siempre al médico.
¿Vacuna sí o vacuna no?
La correcta desinfección de la herida es fundamental y en un centro médico podrán realizarla con todas las garantías, ya que aplicarán algún desinfectante apropiado si fuera necesario. Hay que diferenciar entre la mordedura de un perro que no conocés de nada y la de un animal que sabes que ha recibido las vacunas correspondientes que garantizan su salud.
Si la herida es seria, lo que sí es bastante probable es la administración de la vacuna antitetánica y quizá el médico decida establecer un tratamiento antibiótico. Si el animal que ha atacado es conocido, conviene acudir al médico con su cartilla de vacunación. Si se trata de un perro callejero, es importante comunicarlo a alguna organización rescatista para que puedan localizarlo y evitar que cause más daño a otras personas que se lo puedan volver a cruzar.