El dolor de espalda baja, también conocido como lumbalgia, es un tipo de dolor de espalda bastante frecuente: se estima que el 85% de las personas van a experimentarlo en algún momento de sus vidas. Este dolor se localiza en la parte inferior de la columna vertebral, es decir, en la parte baja de la cintura.
La gran mayoría de las veces la lumbalgia es de causa benigna, aunque es importante tratarlo a tiempo para evitar que se extienda y afecte a otras regiones del cuerpo. Aunque generalmente su origen es muscular, también puede aparecer por fracturas, infecciones, y en un porcentaje ínfimo, por presencia de tumores. Desde El Destape Web, te explicamos cuáles pueden ser las causas del dolor de espalda bajo y qué tratamientos existen.
Causas del dolor de espalda bajo
- Malos hábitos posturales: la mala postura es una de las causas más comunes del dolor de espalda, especialmente para las personas que pasan muchas horas frente a la computadora.
- Falta de actividad física y sedentarismo: practicar alguna actividad física es fundamental para prevenir dolores de espalda y para darle más fuerza a los músculos que se encuentran en la espalda y hombros.
- Exceso de peso: cargar un exceso de peso de manera incorrecta también puede afectar la espalda baja. Esto es bastante común en actividades del día a día, por ejemplo a la hora de cargar bolsas del supermercado. Distribuir el peso de manera incorrecta puede llevar a hacer un sobreesfuerzo desde la espalda baja e incluso afectar las rodillas.
- Edad y causas genéticas: la edad y la genética son dos factores determinantes. A partir de los 30 años, los dolores de espalda suelen aparecer o intensificarse. Por otro lado la genética cumple un rol fundamental, especialmente cuando se trata de dolencias o desviaciones en la columna vertebral.
- Desviaciones en la columna: a medida que crecemos, la columna vertebral se va desviando y pueden desarrollarse distintas alteraciones como la escoliosis, la más común de todas. Se trata de una curvatura que desvía la columna hacia un lado, haciendo que un hombro quede más arriba que el otro y generalmente desencadenando dolores de espalda.
- Hernia de disco: la hernia de disco es una afección que ocurre cuando una parte del disco intervertebral se mueve de su lugar y comprime al nervio. Muchas veces no da síntomas, pero en otros casos se presenta con un dolor y debilidad muscular.
- Problemas en el ciático: este tipo de lumbalgia suele ser causada por una hernia de disco y sus síntomas más comunes son dolor en la zona de los muslos, hormigueo, entumecimiento y debilidad muscular.
Qué hacer para el dolor de espalda baja
Hay muchas maneras de tratar el dolor de espalda. Aunque muchas personas recurren a los antiinflamatorios de venta libre, el abuso de ellos puede desencadenar otros problemas como gastritis u otras afecciones en el estómago o hígado. Si el dolor es frecuente, es importante incluir una rutina de estiramientos y ejercicios. Y en caso de que persista incluso después de hacer varios ejercicios, se recomienda hacer una consulta médica.
Ejercicios para el dolor de espalda
- Acostarse boca arriba en una camilla o en el suelo, preferentemente con una colchoneta debajo. Flexionar las piernas y mantener las plantas de los pies apoyadas contra el piso. Hacer una especie de puente levantando los glúteos mientras se inhala para subir y se exhala para bajar.
- En esa misma posición, llevar una pierna al pecho, luego la otra y después las dos al mismo tiempo. Lo importante es que se relaje toda la zona lumbar.
- Acostarse en posición fetal y mantener las piernas cerradas, apoyadas contra un lado del suelo, con el torso girado para el lado contrario. De esta forma se estirará toda la zona lumbar. Repetir el mismo ejercicio en viceversa.
- Sentarse en el suelo con los glúteos apoyados sobre los talones. Llevar el torso al pecho y dejar que la cabeza se apoye en el piso para estirar la espalda baja.
- Ponerse en cuatro patas con las rodillas apoyadas en el suelo. Curvar la espalda y estirarla, imitando los movimientos que hacen los gatos para contraer y relajar toda la zona de la espalda.
- Hacer la famosa postura del perro que se hace en yoga, también conocida como postura de la carpa. Para esto, hay que comenzar poniéndose de pie con ambas plantas de los pies bien apoyadas, separadas según la distancia del ancho de caderas. Bajar el torso lentamente dejando caer la cabeza e ir caminando con las manos hacia adelante. Si te tiran las piernas, podés flexionarlas. Lo importante es que la columna se estire para generar un mayor espacio entre las vértebras.
- Hacer la postura de la cobra de yoga, también conocida como postura de la foca. Acostarse boca abajo, dejar las piernas apoyadas contra el suelo y levantar el torso manteniendo los brazos estirados.