Los dolores de oído son una queja común en la infancia y pueden surgir por diversas razones. A continuación, exploraremos las causas detrás de este malestar y qué medidas tomar cuando un niño se queja de dolor de oído.
¿Por qué sucede el dolor de oído?
Los niños pueden experimentar dolor de oído debido a una variedad de razones, que incluyen:
- Infección de oído (otitis media)
- Presencia de líquido en el oído
- Otitis del nadador
- Acumulación de cerumen en el oído
- Introducción de un objeto extraño en el oído
- Lesiones en el canal auditivo
- Problemas dentales, como caries o dentición
- Dolor de garganta
Es fundamental identificar la causa subyacente del dolor de oído para determinar el tratamiento adecuado.
¿Qué puede aliviar el dolor de oído en un niño?
Para ayudar a un niño a sentirse mejor, puede considerar las siguientes medidas:
- Administre paracetamol o ibuprofeno según sea necesario para aliviar el dolor, siguiendo cuidadosamente las instrucciones de dosificación. No suministre ibuprofeno a bebés menores de 6 meses.
- Coloque un paño tibio sobre el oído afectado para proporcionar alivio.
- Eleve la cabeza de su hijo mientras duerme para reducir la presión en el oído.
Es importante abstenerse de utilizar gotas para los oídos a menos que sean recomendadas por un médico.
¿Cuándo es necesario consultar al médico por un dolor de oído?
Debe comunicarse con el médico si los tratamientos caseros no mejoran la condición de su hijo, si el dolor es intenso o si se produce después de una lesión. Además, busque atención médica si:
- El niño tiene dificultades para beber líquidos o presenta vómitos.
- Se observa sangre o pus en el oído.
- Hay hinchazón, enrojecimiento o cambios en el tono de la piel alrededor o detrás de la oreja.
- La oreja dolorida sobresale más que la otra.
- Su hijo presenta fiebre, dolor de cuello o dolor de cabeza.
¿Se puede prevenir el dolor de oído?
Aunque no todos los casos de dolor de oído son prevenibles, tomar ciertas precauciones puede ayudar a reducir el riesgo. Acá hay algunas medidas preventivas recomendadas:
- Asegurate de que el niño reciba las vacunas recomendadas, como la vacuna antineumocócica conjugada (PCV) y la vacuna contra la gripe, para reducir el riesgo de infecciones del oído medio.
- Evitá limpiar los oídos de su hijo con bastoncillos de algodón u objetos afilados.
- Minimizá la exposición al humo del tabaco y a personas resfriadas, ya que ambos pueden aumentar el riesgo de infecciones de oído.
- Promové el lavado frecuente y adecuado de manos en los niños, especialmente después de jugar con otros.
- Evitá alimentar a su bebé mientras está acostado.
- Consultá al médico sobre el uso de tapones y gotas para los oídos si su hijo nada con frecuencia.