El dolor de espalda es uno de los problemas de salud más comunes entre los adultos y adolescentes. De hecho, es tan frecuente que se estima que el 80% de las personas lo experimentarán en algún momento de su vida. Sumado al uso frecuente de dispositivos móviles y computadoras que hacemos en la actualidad, estas dolencias ya se transformaron en parte del día a día de la mayoría de la población. Por eso se hace imprescindible encontrar remedios caseros para combatir esta afección común.
Si el dolor de espalda es un dolor general y no localizado, se recomienda hacer ejercicios de estiramiento o para aumentar la flexibilidad y fuerza muscular. Caminatas cortas, yoga, ejercicios acuáticos u otras actividades de bajo impacto ayudan a aliviar el dolor de espalda y aflojar los músculos tensos. Una rutina de ejercicios diarios puede fortalecer el cuerpo.
Por otro lado, diferentes estudios han demostrado que aplicar frío y calor de forma alternada puede ayudar a aliviar el dolor de espalda. Las bolsas de hielo o las compresas de agua fría aplicadas en la zona dolorida pueden generar un efecto de adormecimiento de la espalda y el dolor. También, la aplicación de almohadillas eléctricas de calor ayuda a aliviar los músculos tensos. En todos los casos es importante cuidar la temperatura de lo que va a recibir el cuerpo, para no quemarlo ni lastimarlo.
Qué hacer cuando el dolor de espalda acecha
También, los dolores de espalda baja pueden aplacarse con rutinas de ejercicios de estiramiento. Algunos de los que resultan más efectivos entre quienes sufren molestias lumbares son:
- Ponerse en cuatro patas con las rodillas apoyadas en el suelo. Curvar la espalda y estirarla, imitando los movimientos que hacen los gatos para contraer y relajar toda la zona de la espalda.
- Hacer la famosa postura del perro que se hace en yoga, también conocida como postura de la carpa. Para esto, hay que comenzar poniéndose de pie con ambas plantas de los pies bien apoyadas, separadas según la distancia del ancho de caderas. Bajar el torso lentamente dejando caer la cabeza e ir caminando con las manos hacia adelante. Si te tiran las piernas, podés flexionarlas. Lo importante es que la columna se estire para generar un mayor espacio entre las vértebras.
- Hacer la postura de la cobra de yoga, también conocida como postura de la foca. Acostarse boca abajo, dejar las piernas apoyadas contra el suelo y levantar el torso manteniendo los brazos estirados.
En casos más extremos se puede tomar algún antiinflamatorio de venta libre aunque no se recomienda abusar de estos, especialmente sin una recomendación médica previa. Lo ideal es acudir a un médico especialista y que examine la causa del dolor. Ibuprofeno o cremas analgésicas pueden ser opciones al alcance en las farmacias. En el caso de querer probar con un remedio homeopático puede usarse árnica, que suele venderse en forma de cremas o geles y alivia las molestias.
Otras medidas que pueden tomarse para cuidar la espalda son:
- Usar zapatos cómodos.
- Corregir la postura.
- Dormir lo suficiente.
- Controlar los niveles de estrés.