Cuando se trata de aliviar dolencias como dolores de cabeza, resfriados o fiebre, la elección del medicamento adecuado puede resultar confusa. El paracetamol y el ibuprofeno son dos de los analgésicos más comunes utilizados para estos propósitos, pero es fundamental entender sus diferencias y efectos para tomar decisiones informadas sobre nuestra salud.
Aunque pueden parecer similares, cada medicamento tiene indicaciones específicas y puede tener interacciones y efectos secundarios distintos. Es esencial considerar factores individuales como antecedentes médicos, alergias y otros medicamentos que se haya tomado. En esta oportunidad, te vamos a contar las particularidades de cada uno y cuando conviene tomar uno u otro. Asimismo, te advertimos que esta una información guía general y que de ninguna forma reemplaza la consulta a un médico profesional.
El ibuprofeno y sus particularidades
El ibuprofeno es un fármaco ampliamente utilizado para aliviar dolencias leves o moderadas y reducir la fiebre. Pertenece a la familia de los antiinflamatorios no esteroideos y es efectivo aproximadamente media hora después de su ingesta, con efecto duradero hasta seis horas. Su dosis recomendada es de 400 miligramos, así como evitar el consumo excesivo, ya que puede causar efectos adversos gastrointestinales.
Se debe tener precaución en personas con enfermedades cardiovasculares, estomacales o que toman otros medicamentos. No se recomienda su uso en bebés menores de seis meses, y en niños y mujeres embarazadas se debe consultar al pediatra o profesional médico. Las personas mayores y aquellos que siguen múltiples tratamientos deben tener cuidado debido a posibles interacciones. Recientemente, un estudio señaló riesgos potenciales en el tratamiento de ciertas infecciones con ibuprofeno, por lo que se necesitan más investigaciones en este sentido.
Paracetamol y sus particularidades
El paracetamol es un popular analgésico y antipirético. A diferencia del ibuprofeno, no posee efectos antiinflamatorios, pero es ideal para aliviar el dolor leve o moderado y reducir la fiebre, como en casos de gripe o cefaleas. Su ventaja es que no causa efectos secundarios gástricos, pero en dosis superiores a dos gramos al día y combinado con otros fármacos, podría tener efectos negativos.
La dosis recomendada es de 500 o 600 miligramos cada 8 horas para adultos, no excediendo los 4 gramos al día. Para niños, la dosis depende del peso y se suele administrar en gotas o supositorios. Una dosis excesiva puede ser tóxica para el hígado, por lo que se debe evitar sobrepasar las dosis recomendadas. El paracetamol puede ser utilizado durante el embarazo, aunque siempre debe ser justificado y se debe tener precaución en casos de insuficiencia hepática, anemia o problemas con el alcohol.
¿Cuál tomar?
La elección entre tomar ibuprofeno o paracetamol depende de la situación y los síntomas que se experimente. Ambos medicamentos son seguros si se utilizan en las dosis y tiempos recomendados, pero hay diferencias en sus propiedades. En casos de inflamación y dolores intensos, como lesiones por golpes, esguinces o dolores menstruales, el ibuprofeno puede ser más adecuado debido a sus efectos antiinflamatorios y analgésicos. También es recomendado para paliar dolores agudos en procesos crónicos.
Por otro lado, si se presenta fiebre sin dolor, el paracetamol suele ser suficiente. Sin embargo, si la fiebre se acompaña de dolor de garganta o se controla mas con paracetamol, y si existe fiebre con inflamación, se podría considerar optar por el ibuprofeno. Es importante leer los prospectos, respetar las dosis y periodos de tiempo recomendados, y consultar al médico, especialmente en casos de niños, embarazadas, mujeres lactantes o personas que toman otros medicamentos o presentan enfermedades adicionales.
Cabe destacar que, en el caso de la resaca, no se recomienda tomar ni ibuprofeno ni paracetamol, ya que lo más adecuado es rehidratarse con agua y seguir consejos dietéticos para mitigar los síntomas sin dañar el estómago o el hígado.