Mantener los alimentos frescos y seguros en la heladera no solo garantiza su calidad, sino que también contribuye a prevenir enfermedades alimentarias. La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) proporciona pautas esenciales para organizar y conservar los alimentos en la heladera de manera adecuada. A continuación te presentamos cómo hacerlo de manera eficiente.
Clasificación de frutas y verduras
Uno de los aspectos fundamentales de la conservación de alimentos en la heladera es la ubicación adecuada de frutas y verduras. ANMAT recomienda reservar los cajones inferiores de la heladera para este propósito. Además, es crucial conocer qué frutas y verduras pueden coexistir en estos espacios, ya que algunas emiten un gas llamado etileno que puede acelerar la maduración y, en consecuencia, acortar la vida útil de otros alimentos.
Por ejemplo, frutas climatéricas como manzanas y kiwis, que siguen madurando después de la cosecha, liberan etileno. Si se almacenan junto a sandías y melones, estos últimos se echarán a perder más rápido debido a la influencia del gas etileno. Por lo tanto, separar las frutas y verduras climatéricas de las que no lo son es esencial para prevenir un deterioro prematuro.
El papel fundamental del freezer
El freezer es una herramienta poderosa en la conservación de alimentos, ya que detiene completamente el crecimiento de microorganismos, extendiendo la vida útil de los alimentos perecederos. Aunque el congelamiento no garantiza una duración infinita, puede prolongar considerablemente la frescura de diversos productos:
- Pollo crudo: 9 a 12 meses.
- Carne vacuna, cordero o cerdo: 6 a 12 meses.
- Pescado crudo: 6 a 8 meses.
- Mariscos: 3 a 6 meses.
- Frutas y verduras crudas: 8 a 12 meses.
Consejos adicionales para el congelamiento
La congelación adecuada requiere atención a los detalles. Acá hay algunas sugerencias para congelar tus alimentos de manera óptima:
- Congela rapidamente Las porciones que sobren de las comidas recién preparadas deben ser congeladas de inmediato. No permitas que los alimentos permanezcan en la heladera durante varios días antes de congelarlos.
- Etiqueta y fecha: Marca los recipientes o bolsas con el nombre del alimento y la fecha en que fueron congelados. Esto te ayudará a mantener un seguimiento preciso de la frescura y la vida útil de los alimentos.
- Dividí en porciones: Dividí los alimentos en porciones más pequeñas antes de congelar. Esto facilita descongelar solo la cantidad que necesitas y reduce el riesgo de desperdicio.
- Embalaje adecuado: Utilizá envases o bolsas herméticas aptas para congelación. Asegurate de eliminar el aire de los envases para prevenir la formación de quemaduras por congelación.
- Descongelación segura: Descongelá los alimentos en la heladera o utilizando el modo de descongelación del microondas. Evitá descongelar alimentos a temperatura ambiente, ya que esto puede favorecer el crecimiento de bacterias.