Alexei Navalny, el encarcelado crítico del Kremlin, dijo que ha sido envenenado, agredido y privado de atención médica adecuada, pero el lunes reveló que enfrenta un nuevo reto: verse obligado a escuchar a un cantante pop pro-Putin a las 05.00 de la mañana, todos los días.
Navalny, un exabogado que saltó a la fama hace más de una década por ridiculizar a la élite del presidente Vladimir Putin y denunciar la corrupción, se encuentra actualmente en una cárcel a unos 60 km al norte del Círculo Polar Ártico.
Condenado a permanecer en prisión hasta los 74 años por cargos que, según él, fueron inventados para mantenerlo alejado de la política, Navalny declaró que su régimen matutino consiste ahora en escuchar el himno nacional ruso antes de que le pongan "Yo soy ruso", una canción patriótica interpretada por un cantante pro-Putin llamado "Shaman".
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Shaman, cuyo verdadero nombre es Yaroslav Dronov, se ha subido a una ola de patriotismo bélico para convertirse en un habitual de la televisión estatal y es una de las celebridades que proponen oficialmente a Putin como candidato a la presidencia en marzo.
Su canción emblemática, "Yo soy ruso", que a veces interpreta vestido con un traje de cuero negro y una banda en el brazo con los colores de la bandera rusa, habla de cómo los rusos no pueden "quebrarse" y deben "ir hasta el final".
El cantante, de 32 años, suscitó polémica en noviembre cuando simuló hacer estallar una bomba nuclear en un concierto retransmitido por la televisión estatal pulsando un botón rojo en una maleta nuclear simulada, antes de que estallaran fuegos artificiales a su alrededor.
En un mensaje en X facilitado por sus aliados, Navalny describió una rutina matutina surrealista.
"El cantante Shaman saltó a la fama cuando yo ya estaba en la cárcel, por lo que no podía verle ni escuchar su música. Pero sabía que se había convertido en el principal cantante de Putin. Y que su canción principal era 'Yo soy ruso'", escribió Navalny.
"Por supuesto que tenía curiosidad, pero dónde podía escucharla estando en la cárcel. Y entonces me llevaron a Yamal (la ubicación de su prisión en el Ártico). Y aquí, todos los días a las 5 am, oímos la orden: '¡Levántate!', seguida del himno nacional ruso, e inmediatamente después suena la segunda canción más importante del país: 'Yo soy ruso', de Shaman".
Con información de Reuters
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