El deshielo en el Ártico dejó al descubierto el cuerpo de un oso de las cavernas que se extinguió hace más de 15 mil años que se encuentra conservado en perfecto estado en el permafrost, que es de suelo permanentemente congelada que mantiene la temperatura baja en esta región del planeta.
El derretimiento provocó la aparición de un cachorro de oso de las cavernas (Ursus spelaeus) en la provincia de Bolshoy Lyakhovsky, en el extremo norte de Rusia. El hallazgo fue realizado por pastores de renos, que avisaron a las autoridades de lo que parecía un animal congelado con pelaje, dientes y hasta la nariz en un alto grado de conservación.
Aún es necesario un análisis de radiocarbono para medir con precisión la antigüedad de los restos, pero se trata de un descubrimiento único en su tipo porque el cuerpo del animal se encuentra conservado en perfecto estado por el nivel de congelamiento de la zona. Hasta el momento, los únicos restos conocidos de este oso extinto se conformaban de huesos y cráneos dispersos.
“Se trata del primer descubrimiento de este tipo: un oso entero con tejidos blandos. Está perfectamente conservado, con todos sus órganos internos, incluso su nariz. De esta especie solo teníamos cráneos y huesos, hasta ahora”, explicó la científica Lena Grigorieva a The Siberian Times, quien se encargará del equipo de la Universidad Federal del Nordeste que llevará a cabo los análisis de este ejemplar.
El oso de las cavernas vivió hace 50 mil años en los bosques de Europa y su nombre se debe a que la inmensa mayoría de los hallazgos fósiles de esta especie se han encontrado al interior de grandes sistemas de cuevas, una características que los hace distintos a la mayoría de osos actuales, que sólo utilizan los refugios cavernosos para hibernar.
Con una altura de 1.35 metros de cruz y un peso que podía alcanzar los 800 kilos, se trata de uno de los osos más grandes jamás conocidos y de proporciones similares a los osos polares y Kodiak. Parado sobre sus dos patas traseras, el oso de las cavernas medía hasta tres metros de altura.
Gracias a su imponente musculatura, este animal prehistórico podía correr rápidamente y a pesar de su fiereza, su dieta estaba compuesta en un 90 % de raíces, frutos, tallos y bayas del bosque.
Aunque se desconoce la causa de su extinción hace aproximadamente 15 mil años, es probable que el Homo Sapiens influyera en su desaparición debido a que ambos competían por usar como refugio las cuevas amplias en las inmediaciones de bosques y zonas montañosas.
El descubrimiento del oso de las cavernas se suma a distintos hallazgos de gran importancia paleontológica recientes, como un cachorro de lobo perfectamente conservado de hace 18 mil años y el esqueleto de un mamut completo en Siberia en el último año.