La reina Isabel de Inglaterra, cuya salud se ha convertido en el centro de atención a sus 95 años, tras faltar al servicio dominical por el Día del Recuerdo, fue fotografiada de pie y sonriendo el miércoles en su primer compromiso presencial desde que pasó una noche en el hospital.
La monarca tuvo que pernoctar el mes pasado en el hospital por primera vez en años, en lo que el palacio calificó como "investigaciones preliminares" sobre una dolencia no especificada, y los médicos le han aconsejado que cancele la mayoría de los compromisos desde entonces.
El domingo debió ausentarse de la ceremonia del Día del Recuerdo en un cenotafio por un dolor de espalda que, según una fuente del Palacio de Buckingham, no está relacionado con la condición que le obligó a reposar, sino que se trató de una desafortunada coincidencia.
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No obstante, el domingo volvió al trabajo en su hogar en el Castillo de Windsor, donde fue grabada charlando con Nick Carter, jefe del personal de defensa y jefe profesional de las fuerzas armadas británicas, que está previsto que abandone el cargo a fines de noviembre.
La reina, la monarca más veterana y con el reinado más largo del mundo, se ha perdido varios compromisos de alto perfil desde que se le aconsejó reposo, incluida la conferencia climática COP26 celebrada en Glasgow a principios de mes.
La última vez que apareció en un evento público había sido el 19 de octubre, cuando organizó una recepción en Windsor para líderes empresariales multimillonarios.
Con información de Reuters
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